La cadena de electrodomésticos Garbarino envió este sábado 1.800 telegramas de despido a sus empleados en el marco de un plan de cierre definitivo de sus 105 locales de todo el país, por lo que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 15 días en un intento por frenar las cesantías.
La decisión del gobierno llegó luego de un pedido presentado por la Federación de Empleados de Comercio para evitar los despidos. La disposición de Trabajo obliga a ambas partes a poner la situación en suspenso, según publicó Noticias Argentinas.
Durante las próximas dos semanas, el gremio deberá abstenerse de realizar cualquier medida de fuerza u otra acción directa.
En tanto, Garbarino deberá dejar sin efecto las desvinculaciones durante ese plazo.
El gremio advirtió que la situación de la cadena, cuyo dueño actual es Carlos Rosales, es crítica. Rosales nunca pudo recuperar el negocio y a eso se sumó la crisis derivada de la pandemia.
Todos los locales de empresa están cerrados y desde hace ocho meses los cerca de 3.800 empleados no perciben sus salarios.
Entre los afectados figuran los trabajadores de las seis unidades del grupo: Garbarino, Garbarino Viajes, la cadena Compumundo, la financiera Fiden y las plantas Tecnosur y Digital Fueguina, en Tierra del Fuego.
Érica Salazar, delegada de Empleados de Comercio Zona Oeste (Seoca) y de la sucursal de la cadena en el shopping Plaza Oeste, denunció que este viernes se produjo una «lluvia de telegramas para todos lados, desde la mañana no paran de llegar» y consideró «ilegal lo que están haciendo».