Un rociador de gas pimienta con un instructivo de uso y una serie de “consejos útiles de seguridad para la mujer rosarina”. Con el supuesto objetivo de prevenir que las mujeres sean víctimas de ataques sexuales, los diputados provinciales y precandidatos a concejales por Cambiemos, Sergio Más Varela y Germán Mastrocola, repartieron ayer este kit defensivo en la plaza Pringles y les llovieron críticas de todos los sectores. Es que además de promover la autodefensa como estrategia contra la violencia de género y poner en las propias mujeres la responsabilidad no ser víctimas de una violación, el precio de cada spray supera ampliamente los once pesos que el gobierno nacional de Cambiemos asigna por cada mujer para erradicar la violencia de género.
Si bien la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) no considera que el gas pimienta sea un arma, en una disposición del año 2000 hace una recomendación: que ese tipo de productos no sea comercializado en forma libre, sino en armerías inscriptas en el Registro Nacional de Armas (Renar), que es el nombre que la Anmac tenía en aquel entonces. Atendiendo a esta resolución puede inferirse que la entrega sin control en la calle tampoco está aconsejada.
Fiebre de sábado
Es sábado por la mañana y en la plaza Pringles –Córdoba y Presidente Roca– no para de pasar gente. En esa misma esquina, los diputados provinciales Sergio Más Varela y Germán Mastrocola –dirigente de la Unión de Obreros y Empleados Plásticos (Uoyep)–, ambos precandidatos a concejales de Rosario por Cambiemos, ofrecen a las mujeres que pasan un llamativo kit: un gas pimienta, un instructivo de uso y una guía de “consejos útiles de seguridad para la mujer rosarina”.
Según explicaron los diputados en redes sociales, la campaña que impulsaron con el hashtag #DaleGas está orientada a prevenir ataques sexuales. Por eso el gas pimienta y el instructivo que indica “apuntar el spray hacia la cara del atacante”, “disparar moviéndote hacia algún lado” y, por último, “huir hacia algún lugar seguro y buscar ayuda de las autoridades”.
En rigor, lo que los diputados de Cambiemos impulsan con esta iniciativa es la autodefensa de las mujeres para evitar ser víctimas de una violación. A esto lo acompañaron, además, con un panfleto con consejos útiles para evitar ataques sexuales: “No alertar en redes sociales sobre donde irás o vas a estar; utilizar servicio de taxis y remises habilitados; no permitir que pongan algo extraño en tu trago; evitar volver sola a la salida del boliche”.
Salvo la segunda recomendación, que se orienta a subirse al transporte público habilitado por el municipio, los demás consejos ponen el foco en lo mismo: es la mujer la que debe evitar ser atacada, la que debe asumir un rol vigilante de su entorno para escapar del peligro.
Hermanas en armas
“El enfoque de la seguridad que tiene el feminismo está en las antípodas de la demagogia punitiva y persecutoria de las derechas. Cuando pensamos ciudades libres y seguras de violencias machistas es fundamentalmente con Educación Sexual Integral y con políticas preventivas y protectivas de las mujeres y de las identidades feminizadas. No se puede vehiculizar a través de más odio y más violencia”, opinó la militante feminista Majo Gerez sobre la campaña de los diputados de Cambiemos.
Gerez, que es parte de la Colectiva Mala Junta y de Ni Una Menos Rosario, cuestionó que Más Varela y Mastrocola utilicen un pretendido interés por la violencia de género cuando, “en Diputados, su bloque es el que menos acompaña las demandas del movimiento de mujeres, que es de donde surgen las propuestas más genuinas de la realidad que vivimos las mujeres. Estaría bueno que como diputados, y ahora que quieren ser concejales, apoyen las demandas que tenemos desde el Movimiento de Mujeres y de Diversidad Sexual que están cajoneadas en la Legislatura”, enfatizó.
El presupuesto que este año el gobierno nacional destinará para la aplicación de la Ley N° 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales fue otro de los cuestionamientos.
“El gobierno de Cambiemos destina 11 pesos por mujer para erradicar la violencia de género. Llama la atención que repartan a cada mujer un gas pimienta, que debe haber costado mucho más –en Mercado Libre se consigue por más de 100 pesos–. Deberían mejorar el presupuesto en lugar de entregar armas para defenderse. La situación no sorprende, porque la política de Cambiemos, en todo sentido, es de represión y generación de violencia. Deberían aplicar los recursos en deconstruir las masculinidades que siguen vigentes para que las mujeres puedan vivir más tranquilas y generar una sociedad más justa”, dijo la precandidata a concejala del Frente Progresista Susana Rueda.
La diputada nacional y precandidata a diputada provincial por el Movimiento Evita, Lucila De Ponti, también cuestionó la iniciativa. “Más allá de que las mujeres construyamos individual o colectivamente herramientas para cuidarnos frente a situaciones complejas, desde la política pretendemos que sean las instituciones las que garanticen nuestra seguridad. Tiene que ser una política de Estado, se tienen que promover políticas que lleguen al conjunto del territorio y no que cada una tenga que hacerse cargo de su propia seguridad”, dijo a El Ciudadano.
Caren Tepp, concejala de Ciudad Futura y precandidata a renovar su banca en el Palacio Vasallo, catalogó la campaña de Cambiemos como repudiable e irresponsable. “Es repudiable por querer hacerse famoso utilizando la lucha que miles de mujeres venimos llevando para erradicar las violencias que sufrimos, y hacerlo con métodos que lejos están de una política de seguridad en clave feminista. Y es irresponsable por ser parte de un gobierno nacional que recorta y elimina las políticas públicas en favor de las mujeres”, describió.
“Es inaceptable que un funcionario proponga como solución a las desigualdades y violencias que sufrimos el que cada una se salve como pueda, sacándole al Estado las responsabilidades que tiene para garantizar nuestro derecho a vivir libres y seguras por las calles de nuestra ciudad. Si esta concepción de Cambiemos se traslada a otra problemática de la ciudad, como la violencia urbana, ¿cuál sería su política para los barrios? ¿que cada vecino se arme para defenderse de los narcos?”, cuestionó Tepp.
“No queremos gas pimienta, queremos que se prevengan las situaciones de violencia”, dijo por su parte Majo Poncino, militante del Movimiento Evita y parte de la Colectiva Ni Una Menos. “Las demandas de las mujeres siguen sin cumplirse. Los femicidios y los travesticidios aumentan pero no hay políticas que prevengan que lleguemos a estos números. Lo que queremos es que ningún varón nos violente, nos acose, con medidas represivas de este tipo”, sostuvo.