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Gastón Conde: “Potenciar lo bueno de cada jugador y la creatividad no es la excepción”

El rosarino y ex entrenador de Los Pumitas, sumó su visión sobre la situación de por qué algunos jugadores no pueden expresar su máximo en el momento de selección. El coach formado en Duendes fue responsable del Pladar Litoral y participó de tres ciclos Mundialistas con el seleccionado nacional M20

Continuando con el debate sobre el hecho que hay jugadores que muestran destrezas naturales para el juego y cuando tienen que demostrarlo en una instancia superior no lo hacen, o cuando están siendo evaluados sólo juegan para conformar a los entrenadores y completar los tildes de la planilla. Bajo ese contexto, El Hincha entrevistó a Gastón Conde, entrenador formado en Duendes, que en la temporada 2014 tuvo a su cargo la Academia (en ese entonces Pladar, lugar en el que se entrenan los jugadores citados por la UAR para distintos seleccionados), y que además participó de tres ciclos en Pumitas (2015, 2016 y 2017) como entrenador.

En esos años por el seleccionado de menores de 20 años, pasaron algunos jugadores que hoy integran la lista Puma como Marcos Kremer, Bautista Delguy, Santiago Medrano, Juan Cruz Mallía, Emiliano Boffelli, Santiago Carreras, Juan Pablo Castro Javier Díaz, Domingo Miotti, Lucas Paulos, Mayco Vivas, Tomás Albornoz, entre otros, y muchos más que pasaron por Argentina XV y otros que son parte de Ceibos o Pumas Seven.

En la búsqueda de por qué un jugador no puede expresar su talento en una prueba o quizás cumpla sin dar el máximo, Conde explicó: “Mis experiencias me dicen que las causas fundamentales son emocionales, más cuando  los chicos saben que son observados. El jugador, adolescente aún, piensa que se lo valora, juzga y define su aprobación en función de cumplir o adaptarse a un modelo o sistema de juego (hacer lo que me piden) y no por su capacidad de expresión (destrezas, talento, conocimiento del juego, toma de decisiones y demás) en una cancha.  Por tales causas la responsabilidad de que jueguen atados o pierdan su creatividad es culpa de los entrenadores, formadores y casi todos  los padres, que no sabemos generar el ámbito para que los chicos  expresen sus capacidades por las que fueron elegidos”.

¿Cómo se puede corregir?, fue la pregunta obligada de El Hincha.

“No sé si hay que corregir, no me siento capaz de afirmar tu pregunta. Si estoy convencido que en los clubes en donde formamos a las personas, en edades tempranas general-mente,  utilizando el rugby como medio, tenemos la responsabilidad de educar al jugador. ¿Cómo? ayudándolo a  encontrar soluciones, tomar decisiones, expresarse por sí solos, más allá de las situaciones del juego que le toquen enfrentar, con libertad y creyendo en ellos mismos. Somos producto de nuestra formación. Por lo tanto estoy con-vencido que debemos revisar los modelos de formación, para lograr que un chico  exprese en una cancha su mejor versión de jugador y persona.  El desafío pasa por ahí, después dependerá de muchas otras situaciones para llegar a un seleccionado nacional, pero lograríamos que nuestros jugadores talentosos que los hay y muchos, sean valorados y nunca dejen de expresar todas sus capacidades”, respondió el ex head coach de Los Pumitas.

En los seleccionados se utilizan sistemas de juego. En qué momento se le permite al jugador tener esa libertad de poder decidir y jugar con creatividad, asumir una responsabilidad.

“En los seleccionados nacionales juveniles siempre se les pidió a los jugadores que jueguen la oportunidad,  aunque debo reconocer que los condicionamos. Les pedimos eso, pero lo deben hacer en determinados lugares del campo, en tantas fases, cuando el partido empieza, etc. Mi visión es que hay problemas graves. El primero es que los jugadores no siempre están entrenados y capacitados para observar, decidir y hacer y por lo tanto  no pueden ejecutar lo que no ven. Juegan de memoria, no saben lo que tienen enfrente, no conocen las cualidades del rival. El segundo es que los entrenadores estamos limitados en nuestras capacidades de enseñar y trasladamos nuestras incapacidades a los jugadores por buscar un resultado. Entrenamos lo fácil, copiamos, queremos hacer lo que hacen Los Pumas, que no son jugadores en formación”, expresó Conde.

Y agregó: “Todo esto nos lleva a limitar las acciones, capacidades de los chicos y hacemos lo más fácil, imitamos sistemas y estructuras, que le dan más seguridad al entrenador y menos margen de error al jugador. Los presionamos, le ponemos condiciones, objetivos y pocos toman riesgos en ejecutar una acción talentosa,  por miedo y cuando hay temor, viene el error, así que muchas veces ni la intentan justamente por esto”.

Generar un ambiente de comodidad puede ser una solución para que los jugadores creativos puedan tomar esas decisiones que no están dentro del sistema.

“Para mi está dentro de cada uno, de cada entrenador. Es clave dejar ser libre al jugador. Lo siento dentro de mí, no sé cómo se trabaja. Siempre intento potenciar lo bueno de cada jugador y la creatividad no es la excepción.  En la cancha deciden los jugadores, toman decisiones permanentes y en la historia quedan los creativos, no los perdamos. Suelten a los pibes, déjenlos ser, invítenlos a expresarse y la creatividad va a estar siempre. Después esta en el entrenador construir  el equipo, buscar el éxito y triunfar por décadas.  Con los creativos es mucho más fácil”, manifestó Conde.

Y para graficar el concepto citó a varios jugadores rosarinos haciendo hincapié en las virtudes de cada uno.

“Imaginas a un entrenador diciéndoles a  Juan Imhoff  no corras de ingoal a ingoal para hacer un try, al Pitu Miralles pásala no esquives a los rivales, a Bauti Delguy no los desparrames por el piso, chócalos; a Emiliano Boffelli no flotes en el aire como Michael Jordan y a Jero (De la Fuente) pasa menos de 30 metros,  ¿sería una locura no o es una locura?”, concluyó el entrenador.

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