Empresarios y empleados gastronómicos realizaron una singular protesta frente a la sede local de Gobernación. Bajo la consigna “nosotros pagamos los platos rotos”, rompieron platos contra la vereda de calle Moreno, y volvieron a reclamar ayuda económica a los tres niveles del Estado «para que no se extinga la gastronomía». También piden una mayor apertura horaria para el Día del Padre de este fin de semana.
Maximiliano Giménez, integrante de UGAR (Unión Gastronómica Rosarina), dijo: “Básicamente, cumplidos 15 meses de este escenario sanitario inédito, en el cual hemos acatado todas las restricciones, lo que necesitamos es una ayuda real, eficaz; una respuesta combinada entre nuestro trabajo y una asistencia de parte del Estado para frenar la catarata de cierres de locales y pérdidas de puestos de trabajo. Dividimos esa ayuda en cuatro ítems: asistencia monetaria al personal; establecimiento de una tarifa diferencial para el pago de tasas, impuestos y servicios; cuotificación del pago de deudas acumuladas, y flexibilización progresiva de las restricciones”.
Los propietarios de bares y restaurantes rosarinos que organizaron y participaron de esta protesta también reclaman una «ley de emergencia gastronómica provincial», en el contexto de las restricciones que impuso para el sector la pandemia de coronavirus.
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