Un policía fue condenado a ocho años de prisión por el crimen de Marcelo Gustavo Lares. El hecho ocurrió en junio de 2013 en Empalme Graneros, donde la víctima fue asesinada de un tiro en la nuca. Ese día, Lares se asustó tras un allanamiento y corrió. El caso llegó a juicio oral y el fiscal Luis Schiappa Pietra solicitó prisión perpetua para el suboficial, planteo que apoyó la querella a cargo del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), mientras que la defensa a cargo de Cristian Anderson y Sergio Casas proclamaron la absolución. Ayer, el uniformado fue sentenciado por el tribunal al encontrarlo responsable del el delito de homicidio culposo y falsedad ideológica de instrumento público. Los fundamentos se conocerán en los próximos días donde las partes tendrán la oportunidad de apelar el fallo.
El 6 de junio de 2013, una delegación policial llegó hasta una casa ubicada en Olavarría al 1200 bis con una orden de allanamiento. La medida tenía como fin ubicar una moto utilizada en un robo y al hermano de Marcelo Gustavo Lares, de 20 años. El joven requerido no se encontraba, pero Marcelo se asustó y salió corriendo. El joven fue perseguido por dos patrulleros. En uno de ellos iba el acusado: Raúl Anzoategui.
Lares se metió en una casa donde intentó tomar de rehén a un nene de 10 años, aunque un familiar logró arrebatárselo. Entonces Marcelo continuó la huida y al intentar cruzar el arroyo Ludueña se escucharon tres detonaciones. Lares cayó muerto. Un proyectil le ingresó por la nuca y le quedó alojado en la mandíbula. Al costado del cuerpo la Policía sostuvo que secuestró un arma de fuego.
Anzoategui fue procesado como el autor de los disparos y llegó a juicio oral por homicidio calificado por haberse cometido en ejercicio de su función. Pero un elemento probatorio modificó el curso del juicio. La bala extraída del cuerpo de la víctima se encontraba deformada, es decir que rebotó antes de ingresar en el joven. Ayer, el tribunal compuesto por los jueces Ismael Manfrín, Edgardo Fertita y Marisol Usandizaga dio a conocer el veredicto y por unanimidad resolvió condenar al policía Raúl Eduardo Anzoategui a la pena de 8 años de prisión por los delitos de homicidio culposo y falsedad ideológica
Valentín Hereñu, abogado querellante dependiente del CAJ, sostuvo que esperaran los fundamentos del fallo para ver cómo van a proceder. “Nos interesa saber cómo van a fundar el (homicidio) culposo”, sostuvo y agregó que el tribunal deberá hacer una esfuerzo para fundarlo. A su vez, el abogado querellante adelantó que seguramente apelarán.
Por su parte Gabriela, madre de Lares, refirió que su hijo sigue muerto y ello nada lo va a modificar. Además, la mamá dijo que en parte está contenta por el resultado “porque está preso”, agradeció a quienes confiaron en ella y al CAJ “con ellos logré todo esto”, expresó. La mujer sostuvo que nunca vino con un cartel, que sus pedidos de justicia los tradujo en acciones y que su leyenda la llevaba en una remera que decía: “Un día te veré”.
Finalmente, la mujer lamentó por la familia del policía, aunque aclaró “pero a mí me tocó la peor”.