Damiana Negrín Barcellos es estudiante de la Universidad Nacional de las Artes, tiene 25 años y vive por la zona de Congreso. Este jueves no participó de la movilización contra la reforma previsional. Volvía a su casa cuando empezó la cacería: tropezó con una moto y cayó al piso. En vez de ayudarla los gendarmes la golpearon, le taparon la boca y la subieron a un camión celular en medio de un cordón de palos y escudos.
Damiana terminó en el Edificio Centinela junto a otros trece detenidos. “Me agarraron. Me golpearon. Me tiraron contra una camioneta. Me manosearon”, contó Damiana ayer cuando fue liberada. El suyo es uno de los 44 nombres de la lista de detenidos elaboraba por Correpi.
Las detenciones se produjeron después de las cuatro de la tarde del jueves. En total son 41 las personas que pasaron la noche en distintas comisarías porteñas. Otras cuatro personas fueron detenidas a la madrugada frente a la comisaría 4º, donde exigían la liberación de los demás.
Este viernes, diez de los 45 detenidos habían sido liberados. Otros cuatro detenidos estaban siendo indagados.
El juez Claudio Bonadio, a cargo de la investigación, anticipó que quería tomarles indagatoria y los imputó por los delitos de intimidación pública y resistencia a la autoridad, dos figuras del Código Penal que requieren de la intervención de la Justicia federal. Con agravantes, estos cargos pueden tener hasta 6 años de cárcel.
