El gigante automotor estadounidense General Motors anunció este lunes que recortará 15% de su fuerza de trabajo como parte de una gran reestructuración para ahorrar 6.000 millones de dólares al cabo de 2020, con el fin de adaptarse a las «condiciones cambiantes del mercado».
El plan que eliminará a parte de los 180.000 empleados de la empresa en el mundo incluye el cierre de tres plantas de ensamblaje en Norteamérica en 2019, entre las que se cuentan una en Ontario, Canadá, y las restantes en Estados Unidos.
Además, GM prevé el cese de actividades en otras plantas de producción, incluso fuera de América del Norte, con el objetivo de «priorizar futuras inversiones» para su próxima generación de vehículos eléctricos.
«Las acciones que estamos tomando hoy continúan nuestra transformación para ser ágiles, resilientes y rentables, al tiempo que nos dan flexibilidad para futuras inversiones», dijo en un comunicado la directora ejecutiva de la compañía, Mary Barra.
«Reconocemos la necesidad de anticiparnos a las condiciones cambiantes del mercado y a las preferencias de los clientes para posicionar a nuestra empresa para el éxito a largo plazo», agregó.
La compañía indicó que a medida que se optimiza la oferta actual de vehículos, «se espera que más del 75 por ciento del volumen de ventas globales de GM provenga de cinco arquitecturas de vehículos a principios de la próxima década».
GM busca enfocar su producción en los vehículos más rentables, como camionetas y SUV. En una llamada con inversores, Barra dijo que algunos de los modelos, como el Chevrolet Cruze, dejarán de estar disponibles en América del Norte.
Otra de las consecuencias del plan es el impacto sobre el desempeño financiero de la compañía en el último trimestre de 2018 y el primero de 2019. El cargo excepcional será de entre 3.000 y 3.800 millones de dólares.
«Corazón y alma» de Oshawa
La reestructuración barrerá con el 15% de 180.000 puestos de trabajo, entre los que se incluye un recorte del 25% de empleados en posiciones ejecutivas para «agilizar la toma de decisiones».
La planta canadiense que se cerrará emplea actualmente a unos 3.000 trabajadores.
Poco después de la difusión del plan de GM, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se mostró «profundamente decepcionado» por la decisión de la empresa.
«Los trabajadores de GM han sido parte del corazón y alma de Oshawa por generaciones, y haremos todo lo que podamos para ayudar a las familias afectadas por esta noticia para que vuelvan a ponerse de pie», escribió Trudeau en Twitter.
GM ya había anunciado planes para detener las operaciones en su planta de Gunsan, Corea.
La cotización de las acciones de GM se detuvo antes del anuncio. Al reiniciarse, 20 minutos más tarde, los precios de las acciones mostraron alzas mayores al 6%.
La reestructuración sigue un movimiento similar de Ford para reducir la cantidad de modelos que fabrica.