El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) aceptó en un acuerdo con la empresa General Motors de Alvear la extensión de un programa rotativo de suspensiones hasta fin de 2020 para mantener la totalidad de puestos de trabajo en la automotriz. Así lo confirmó el gremio que conduce Marcelo Barros, que refirió que los suspendidos, 355 operarios del total de unos 1.400 trabajadores cobrarán entre el 60 y el 70 por ciento de los salarios, según el mes, durante el tiempo que permanezcan al margen de sus tareas, una semana por mes.
“Se llegó a este acuerdo para evitar despidos. Los números de la producción de vehículos no daban. Antes de que unos 600 trabajadores queden en la calle, preferimos este acuerdo”, dijo el secretario General de la seccional Rosario de Smata. De hecho la planta atravesó por una “parada técnica”, durante todo febrero y la primera semana de marzo. Ahora arranca, pero a media máquina, con el programa de suspensiones.
Barros explicó que el acuerdo contempla “el pago del 70% de los sueldos hasta junio; 65% por los siguientes tres meses (julio, agosto y septiembre) y 60% de los salarios en el último trimestre de este año”.
El dirigente sindical relató que los trabajadores de la filial de la multinacional ya hicieron distintos convenios con períodos especiales durante los últimos dos años del gobierno de Mauricio Macri, cuando el sector automotriz se resintió en todas sus aristas por la caída de exportaciones –especialmente a Brasil– y el derrumbe de ventas al mercado interno, con el cóctel de deterioro del poder adquisitivo de los salarios por inflación y aumento de servicios públicos como luz, gas, teléfono y otros; multiplicación de las tasas de interés en créditos, y otros golpes al bolsillo.
A ese panorama se sumaron, en distintas ramas productivas, retiros voluntarios y amesetamiento de aumentos en paritarias o directamente rebajas salariales para mantener puestos laborales. Entre estos casos estaba Smata Rosario: “Veníamos con suspensiones rotativas de centenares de compañeros, cobrando el 70% del salario de bolsillo”, recordó Barros.
“Ahora se llegó a ese porcentaje de sueldo, porque «sobraban» entre 500 y 600 trabajadores. Entonces, como acá todo es solidario, peleamos para que la gente siga dentro del sistema laboral”, destacó el dirigente.
Barros explicó que en General Motors “antes se fabricaban en dos turnos 35 vehículos por hora, con 3 mil personas”. Pero luego bajó en forma significativa la producción: “Brasil pidió, por ejemplo, 50 mil vehículos Cruze el año pasado, y luego apenas 25 mil”.
Tras apuntar además que en los últimos dos años “bajó la producción de autos de 28 a 15 por hora” en la planta de General Motors, dijo que los números son claros: “Sobraban 500 trabajadores. Por lo que entonces, llegamos a este acuerdo para que la gente siga trabajando y no quede en la calle”.
El gremialista advirtió, de igual modo, que esperan un cambio, más temprano o más tarde: “Somos optimistas, porque sabemos que si mejora un poco la situación en el país, en 2021 se producirán en la planta de General Motors dos vehículos de alta gama: Cruze y otro similar”.