Rosario, domingo 21 de diciembre de 2025
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Rosario, domingo 21 de diciembre de 2025

Genocidas condenados: Patricia Bullrich tiene un proyecto para liberarlos y Benedit pretende un indulto antes de Navidad

Familiares y amigos de los criminales se esperanzaron con la llegada al gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel quienes, durante la campaña presidencial, negaron los crímenes cometidos en la dictadura
Genocidas condenados: Patricia Bullrich tiene un proyecto para liberarlos y Benedit pretende un indulto antes de Navidad

Por: Ivy Cángaro y Mauro Federico / Fuente: dataclave.com.ar

“Yo no quiero hacerlo oficial porque si no se cae la estrategia si todos los zurdos se van a enterar de por qué lo estamos haciendo ya perderíamos bastante” decía Asunción Benedit a su amiga, mientras tomaban el té, sin considerar que a veces el destino suele jugarle una mala pasada: eso que no quería que nadie sepa, se supo.

La estrategia que menciona la líder de la Asociación “Pañuelos Negros”, que reivindica el accionar de la dictadura y promueve la libertad de los que considera “patriotas encarcelados” y que durante todo 2025 recorrió el país organizando actos promocionales de los genocidas -el último el 19 de noviembre en Plaza de Mayo- no es un plan solo suyo, sino de un colectivo que con la llegada de Javier Milei creyó que podría ver plasmados sus sueños de libertad negados en los gobiernos anteriores.

Asunción Benedit, viuda de un militar que participó del “Operativo Independencia”, madre de un secuestrador que estos últimos años logró escapar de la justicia y hermana del diputado entrerriano Beltrán Benedit, tiene como objetivo vital la liberación de personajes como Alfredo AstizAdolfo Donda Tigel Raúl Guglielminetti, entre decenas. Su hermano colabora con ella, basta recordar toda la tarea desplegada en el mismo sentido desde que asumió su banca de diputado, sin demasiado éxito. Ella le explica a su amiga:

“Le explico el tema… el tema no pudimos explicarlo bien porque si no se cae la estrategia, por eso no se explicó. Amén de que no se puso en cartera ni conocimiento de nadie porque no estaba previsto eso. Pero las cosas se van dando, día a día, hora a hora. El tema es que nosotros tenemos que largar a los presos, a como sea, porque se están muriendo y quedan muy pocos. Hay otros proyectos que sé que se van a presentar en el Congreso… nosotros ya habíamos preparado todo para presentar en el Congreso, que son estos mismos proyectos; pero quedaron todos frustrados cuando entraron a Ezeiza y los malignos pusieron el grito en el cielo y tuvieron que suspender estas presentaciones que no eran ni indultos ni amnistía: era el tiempo transcurrido, pero eso no sucedió».

¿Qué cosas están dándose día a día, hora a hora, que favorezcan sus intenciones? Una posibilidad que se abre es que, ahora, una de sus aliadas en la cruzada, Patricia Bullrich, es senadora. El silencioso aval de la ex ministra es claro: fue quien facilitó que los diputados -entre los que estaba el hermano de Asunción- ingresaran a los penales de Ezeiza y Campo de Mayo para visitar a los presos por delitos de lesa humanidad sin que nadie preguntase nada.

Asunción menciona proyectos por presentarse en el Congreso, y es claro que varios trabajan en función de esa tarea desde febrero de 2024, cuando empezaron a reunirse diputados libertarios y abogados de genocidas en la sede de la Fundación San Elías del cura Javier Olivera Ravasi. Al detonar el escándalo de las visitas a los penales en agosto de 2024 el plan quedó cajoneado. “Los malignos”, al decir de Asunción, serían los periodistas que difundimos lo que planeaban, con foto grupal incluida, frustrando sus planes.

La mujer del pañuelo negro sigue su relato y dice que la idea no es ya ir por la línea de reclamar la libertad por el tiempo transcurrido en prisión y la edad por encima de los setenta años de todos los encarcelados, un recurso en el que igual persistirán algunas agrupaciones, sino una vertiente menos engorrosa en tiempo y forma. En estas estrategias no todos están de acuerdo: es más, la mayoría están peleados entre si, personas y grupos, por lo que elaborar un plan colectivo les resulta  cada vez más complejo;  ni siquiera pudieron coordinar mancomunión para el acto del 19 de noviembre en Plaza de Mayo al que asistieron menos de treinta personas que rodearon al nazi Carlos Pampillón, presente en el evento.

Benedit dice:

Creo que alguien lo va a hacer, algunas agrupaciones lo van a hacer pero son cosas muy engorrosas porque tienen que estar de acuerdo todas las Cámaras, ellos son los que deciden, primero tiene que estar la Justicia y darle intervención… bueno, nada. A mi modo de ver muy difícil de que salga por lo menos antes de que se mueran los últimos».

Y entonces llega el momento de contar exactamente cuál es su plan, de quienes la secundan y sobre todo, de quienes pueden ponerlo en ejecución: un indulto. Para ello pretenden replicar el modelo de Menem en los 90, igualar con un rasero a genocidas y guerrilleros, como para que ningún sector tenga derecho a queja. El problema es que no hay integrantes de movimientos de guerrilla presos en la actualidad -teniendo en cuenta que la mayoría, además, fueron asesinados y desaparecidos incluso antes del 76-, por lo que previo al reclamo de un indulto, deberían enjuiciarse y encarcelar a algunos.

Quizá por esa razón el juicio que comenzó en diciembre de 2024 tomó mayor énfasis en estas últimas semanas de 2025, cuando la Cámara de Casación deberá decidir si el atentado al Comedor de la Policía Federal, ocurrido en julio de 1976, puede encuadrarse como delito de lesa humanidad y de ese modo juzgar y en lo posible condenar a quienes señalan como algunos de sus responsables, y que permanecen vivos: Mario Firmenich Horacio Verbitsky.

La querella de ese amañado juicio sobre la comisión de un delito cometido hace medio siglo sin demostrada participación del Estado como para que sea de lesa humanidad y por ende imprescriptible, la llevan adelante la abogada de Justicia y Concordia, Laura Olea, quien dijo que “Argentina atravesó una guerra revolucionaria”. La secundó Ricardo Saint Jean, quien sostuvo que el delito debe considerarse de lesa pues fue financiado por Cuba y otros estados extranjeros”, sin más precisiones. Y sutilmente al finalizar deslizó lo que de acuerdo a los dichos de Asunción Benedit, es parte del plan: “el único punto en el que podría estar de acuerdo, en caso de un eventual fallo que considere un plazo razonable, debería alcanzar también a la enorme cantidad de oficiales y suboficiales jóvenes que recibieron el mismo trato que estos asesinos y terroristas”. 

Pero volvamos a lo que Benedit cuenta a su amiga mientras mastica un sandwich de miga:

En cambio este proyecto de Ley de Amnistía, el decreto este, saldría… puede salir a sola firma de Milei, que después tendría que ser refrendado o no por el Congreso. Pero nosotros al involucrarnos y decir que pedimos la liberación de los patriotas cautivos, que quedan dos mil y algo, y de los guerrilleros, que no queda ninguno porque no hay ninguno adentro: Menem largó a todos y Kirchner volvió a meter a los patriotas adentro y dejó afuera a los guerrilleros; o sea, nosotros pedimos por todos pero los únicos que van a salir son los patriotas porque los otros no están adentro. Pero eso ayuda a que nosotros hablemos de un plan de pacificación y que ellos, aunque les de por no se donde, no podrían oponerse porque están involucrados, porque es para ellos también, porque si bien no hay ninguno adentro podría llegar a haber adentro, que es lo que les puede llegar a hacer ruido, hipotéticamente, porque como usted sabe se acaba de imputar a Firmenich que como seguramente no va a avanzar ni llegar a buen término… pero podría haber más, depende de las decisiones, depende de las Cámaras, depende de tantas cosas…”

Planteada la “igualdad” con un rasero, Asunción y los suyos consideran que de estar presos Firmenich y Verbitsky, nadie podría quejarse -o por lo menos no a viva voz- si se concreta un indulto para genocidas y guerrilleros, porque de algún modo todos tendrían intereses propios, un absurdo absoluto en la valoración social y política del pensamiento del argentino promedio.

Benedit considera que de ese modo, además, le dejan al gobierno “el tema servido” para que pueda “desimputar” a unos y otros sin que nadie se queje. Ese es el fin: meter en cana un par que están actualmente libres, para volver a liberarlos y así justificar la suelta masiva de genocidas. Pero ella lo explica claramente, y dice que de ese modo la pelota queda a los pies del presidente Javier Milei.

“Entonces nosotros lo que quisimos no es solamente pedir lo que se puede hacer sino darles servido el tema y darle una forma para que él pueda desimputarlos porque dependería de él nada más. Y también por otro lado desenmascarar si realmente él va a tomar esa decisión política de largar a los presos sí o no, porque ya dependería de él. Y ya podría estar en agenda! Ya podría estar en agenda! Porque ya tiene muchos senadores, diputados y ahora tal vez también estarían de acuerdo los zurdos … bueno, ahora se va a desenmascarar que va a hacer… ¿va a hacer algo? ¿O no va a hacer nada? Por eso se hizo, no será porque nosotros amemos a los guerrilleros y querramos beneficiarlos.”

Entusiasmada, baraja fechas posibles para que todos los que están presos, desde Astiz hasta el Tigre Acosta, desde Guglielminetti hasta el Indio Castillo, todos personajes que en promedio son responsables de más de cien homicidios, desapariciones, violaciones y robos por cabeza, vuelvan a su casa para recibir a Papá Noel con sus nietos. Para la hermana del diputado Benedit la decisión es un parteaguas en el apoyo a Javier Milei: si lo concreta, cuenta con ellos. De no hacerlo, irán contra él, sin que explique de qué modo.

“Podría liberarlos para navidad o para pascua, que es cuando se hacen los indultos. Si no lo hace ya va a estar claro que no está en su intención hacerlo. Y ahí yo personalmente voy a dar por terminado el aguante que le tuve a Milei con respecto a esto por lo cual nunca lo fustigué. Pero cuando sepa concretamente que está decidido a no hacer nada, ahí vamos a irle a la cara con todo, directamente contra él, porque él tuvo todo en sus manos”.

En su énfasis pone de manifiesto lo que considera del presidente, pero por otro lado tiene loas para Patricia Bullrich, una interlocutora para la “familia militar”, tal como queda claro en los dichos de Asunción cuando dice:

“O sea, está todo para sacarlo, si no los saca está claro que no lo va a sacar nunca. Y por otro lado le cuento que me contaron que la Bullrich, no sé si se lo conté o no, sí va a presentar un proyecto como el que teníamos nosotros también con Saint Jean, pidiendo la libertad de los presos políticos pero por otra vía que sería más lógica pero mucho más larga y no sé si se la van a autorizar que es la de tiempo transcurrido, del 2×1, no sé.”

Por lo que aquello que no decida Milei, lo llevará adelante la flamante senadora, otrora montonera, Patricia Bullrich.

Dos años de pretensiones libertarias

En diciembre de 2023 en el Correo de Lectores del diario “La Nación” apareció una carta firmada por esposas, hermanas, hijas y amigas de condenados por delitos de lesa humanidad en la que exigían que se cumpliese con una supuesta promesa de liberación de los genocidas para que pasen Navidad y el resto de sus vidas viviendo y disfrutando en familia y en la calidez de sus hogares. Evidentemente el juramento hecho por la vicepresidenta Victoria Villarruel se rompió: si bien la mayoría de los más de dos mil condenados ya vive en su casa gozando de privilegios negados para otros, los detenidos en penales en pabellones VIP no pudieron salir de allí.

En febrero de 2024, cuando aún el nuevo gobierno buscaba su sitio y los diputados y senadores se desperezaban de las vacaciones, un lobby firme y soterrado había empezado a trabajar: diputados libertarios, abogados de genocidas y personal de la Justicia se congregaron en tres grupos de Whatsapp coordinados por el sacerdote Javier Olivera Ravasi, hijo del asesino Jorge Olivera, más conocido como El Carnicero de San Juan”.

Del chat pasaron a los encuentros formales en la sede de la Fundación San Elías, que dirige el cura; en el petit hotel de lujo de la calle Montevideo 871 se reunieron en varias ocasiones el anfitrión de impecable sotana y peinado a la gomina, los diputados de La Libertad Avanza de entonces Santiago Santurio -vinculado al Opus Dei-, María Emilia Orozco -actual senadora por Salta-, Gerardo Huesen -anteriormente militante del bussismo tucumano-, Alida Ferreyra -quien suele hacer posteos acerca del “curro de los DDHH”-, Guillermo Montenegro -se cercanía por entonces con Villarruel-, Lilia Lemoine – quien escribió acerca de lo que considera “una pena de muerte a cuentagotas” la prisión a genocidas-, Nicolás Mayoraz -quien niega la existencia de 30mil desaparecidos-, María Fernanda Araujo -ligada a Gómez Centurión-, Carlos Zapata -el diputado por Salta aliado de Olmedo-, María Celeste Ponce -líder de las “Pumas Libertarias” que exije en redes “memoria completa”-, Alberto Arancibia -alfil de San Luis de Victoria Villarruel-, Lourdes Arrieta -luego arrepentida y con bloque propio en la Cámara-, Rocío Bonacci -que cuando supo sobre la combi que iban a Ezeiza decidió no ser parte del encuentro con los genocidas-, y Beltrán Benedit, el puntero fervoroso del grupo que brega por la liberación de los presos a quienes considera “patriotas que libraron una guerra contra la subversión marxista”-.

Junto a ellos y como representantes legales de los represores condenados y detenidos estuvo Enrique Munilla Lacasa, pariente de Héctor Munilla, (ex subsecretario de Justicia e implicado en el caso Timerman) y del actual fiscal Hernan Munilla Lacasa y defensor del criminal Leopoldo Fortunato GaltieriEduardo Frola fue otro de los abogados de la partida a quien Ramón Camps le agradece, en su libro, por los servicios prestados y que luego en democracia fue representante legal del carapintada Aldo Rico y del apropiador de los mellizos Reggiardo Tolosa, el comisario torturador Samuel Miara.

La única mujer del grupo fue María Laura Olea, hija del represor al frente del centro clandestino de detención “La Escuelita” de Neuquén, Braulio Olea, condenado a perpetua y defensora de otros criminales de la dictadura como Martín Sánchez Zinny, a quien le consiguió la prisión domiciliaria. Cierra el grupo de abogados Ricardo Saint Jean, hijo del gobernador de facto de la provincia de Buenos Aires Ibérico Saint Jean que murió mientras era enjuiciado. Como integrante del Poder Judicial de las reuniones -al menos de las virtuales- participó Agustina Díaz Cordero, Jueza a cargo del Juzgado Nacional de 1era Instancia en lo Civil, es integrante del Consejo de la Magistratura como representante de los magistrados desde 2022.

En ese momento la labor a la que se abocaron fue a la de promover una ley de Amnistía. Mientras discutían el proyecto, comenzaron las visitas a los penales: en marzo, mayo y junio algunos de ellos -Benedit, Ferreyra, Arrieta- visitaron casi en solitario a algunos detenidos en Campo de Mayo; pero la visita que motivó el escándalo público y que difundió en exclusiva Data Clave sucedió el 11 de julio, cuando seis de los 11 diputados convocados en el inicio, fueron a visitar a los represores al Penal de Ezeiza, tomaron el té, intercambiaron ideas, se sacaron fotos y se estrecharon las manos. La mediación para que no hubiera objeciones desde el Servicio Penitenciario y se abrieran todas las puertas la hizo, sin dudas, la ministra Patricia Bullrich, y el diputado Beltrán Benedit estaba exultante antes, durante y después de la visita, y en el chat compartido no dejaba de ponderar el estoico patriotismo de los presos por crímenes brutales.