Una polémica volvió en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres. Y tiene que ver con una denuncia de la titular de la Asociación de Meretrices (Ammar) Georgina Orellano que expuso a través de las redes sociales que intentan silenciar sus voces en este tipo de jornada ya que interpusieron un recurso de amparo para que evitar que las trabajadoras sexuales dicten talleres.
Los encuentros de mujeres no siempre estuvieron abiertos a las trabajadoras sexuales, ni al universo feminista. Recién hace tres años que tuvieron su taller en la programación oficial, antes estaban borradas del espacio feminista más relevante. Convocan a muchas mujeres. Incluso Orellano llena espacios de charlas en todo el país y es una referente a la hora de hablar de sexo y feminismo. Pero dentro del movimiento de mujeres existe también una postura abolicionista hacia la prostitución que no todos comparten y que representan una especie de grieta en el camino hacia la revolución de las mujeres. Georgina Orellano denunció en su muro de Facebook.
«Me desayuno a la mañana que una organización abolicionista presentará recurso de amparo para impedir que se sigan realizando talleres de trabajo sexual en los encuentros nacionales de mujeres. También en segunda instancia pedirán que no pueda participar de los mismos, acusada de facilitación por ser coordinadora de uno de los talleres. Se les notaba mucho muchachas pero ahora se fueron al carajo ampararse en el derecho penal y en el artículo 125 bis está vez para silenciar totalmente a nuestro colectivo impidiendo cualquier charla que se posicione a favor del trabajo sexual, judicializando un encuentro autoconvocado”, sostiene.
«No me gusta ese taller porque cada vez van más pibas a sostener el discurso del trabajo sexual» entonces ustedes en vez de promover un debate político donde se escuchen todas las voces recurren a la justicia patriarcal para que un juez sea quien nos impida la participación política. Mientras ustedes esperan que un juez machista y patriarcal falle a su favor nosotras seguiremos alzando nuestras voces en todos los lugares y en todos los espacios. No hay bozal legal ni recurso de amparo que pueda apagar tanto fuego y acallar nuestras voces. ¡!Son la yuta del feminismo!!!