Ghana presentará mañana una denuncia por desacato y dejará sin agua, luz y combustible a la fragata «Libertad», después que los marinos armados impidieron una operación para trasladar a otro atracadero el buque retenido desde inicios de octubre en un puerto ghanés por un reclamo judicial de un fondo especulativo.
El ministerio de Defensa argentino había indicado previamente que marinos armados impidieron el miércoles el traslado de la fragata. «La autoridad portuaria ghanesa pretendía abordar el buque y trasladarlo por la fuerza, sin una orden judicial firme que lo avale», puntualizó el ministerio en un comunicado.
«Nos apuntaron con armas y amenazaron con disparar si nos atrevíamos a subir al barco. Por ende, sacaron la planchada, impidiéndonos subir al buque», declaró a la AFP el director interino del puerto de Tema, Jacob Kwabla Adorkor.
«En primer lugar, cuando llegamos, usaron una manguera para mojarnos con agua a presión y retrocedimos un poco. Cuando se dieron cuenta de que estábamos usando otras vías para subir a bordo, trajeron sus fusiles de asalto y se prepararon para disparar», añadió.
El director interino afirmó que el lunes Ghana presentará una denuncia contra el barco por desacato.
Además, «planeamos cortarles a partir del lunes (…) el agua, la electricidad y el combustible», declaró Lawrence Atumbine, portavoz del puerto.
Según el ministerio de Defensa, que comanda Arturo Puricelli, empleados del puerto «ubicaron una grúa» con el fin de acceder al buque, tras haber cortado el suministro de agua y luz, y ante tal situación el capitán recibió la orden de levantar la planchada para evitar el abordaje.
Un total de 280 marinos fueron evacuados y llegaron el 25 de octubre pasado a Argentina, mientras a bordo del buque quedaron el capitán y 44 tripulantes para garantizar el mantenimiento y la seguridad.
El buque está retenido desde el 2 de octubre por orden de un tribunal de Ghana que aceptó el reclamo del fondo especulativo NML Capital, con sede en las Islas Caimán, por 370 millones de dólares por bonos de la deuda impagos desde el default declarado por Argentina en 2001 por 100 mil millones de dólares.
Ese fondo no ingresó a la reestructuración de la deuda impaga que Argentina realizó en 2005 y 2010 y que involucró al 93 por ciento de los tenedores de bonos.