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Giardinelli criticó las políticas del gobierno nacional y al neoliberalismo

El escritor chaqueño fue el encargado de presentar la ponencia “Retos del español en la educación del siglo XXI” y lo hizo sin medias tintas ya que empezó por cuestionar el propio lema convocante

El escritor, periodista y docente chaqueño Mempo Giardinelli calentó ayer el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española que se desarrolla en la ciudad de Córdoba al fustigar duramente las políticas del gobierno de Mauricio Macri, en especial en el plano educativo, frente al propio ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, quien integraba la mesa redonda ante la que expuso el ensayista. Giardinelli fue el encargado de presentar la ponencia “Retos del español en la educación del siglo XXI”, y lo hizo sin medias tintas ya que empezó por cuestionar el propio lema convocante al subrayar que los desafíos del siglo XXI no los plantea la lengua sino “el neoliberalismo global que hoy predomina en el mundo. “Acá se habla de los retos del español en la educación del siglo XXI, pero esa es una formulación que confunde y maniata”, disparó. “En primer lugar porque los retos, si los hay, no los plantea el español sino el neoliberalismo global que hoy predomina en el mundo, y que en materia educativa es especialmente peligroso porque la educación es un derecho humano. Y es un derecho colectivo en el marco de procesos institucionales de enseñanza y aprendizaje a cargo de maestros y maestras que por más de un siglo han enseñado a leer y escribir en castellano”, sostuvo.

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En esa línea, alertó también sobre los riesgos del “proyecto educativo neoliberal que impulsan diversos gobiernos latinoamericanos”, al que asoció “con el mandato global de conquistar un mercado fabuloso porque la educación es uno de los más apetecibles negocios que ofrece el planeta”.

Al respecto, Giardinelli sostuvo: “Las políticas educativas que nos formaron como naciones independientes y castellano-hablantes están siendo cambiadas por un nuevo sistema imperial económico-financiero y ahora también educativo y lingüístico”. Los dardos del ensayista fueron dirigidos, directamente y cara a cara, al ministro Finocchiaro, uno de los integrantes de la mesa redonda que debatía en esa sesión plenaria del Cile 2019.

Castellano americano, no español

Ya al comienzo de su disertación Giardinelli marcó la cancha y polemizó sobre la nominación de la lengua, a la que aludió como “castellano”, “porque en realidad el «idioma español» nunca existió, no existe, y si su uso se generalizó fue por la sumisión al barbarismo de traducir el vocablo inglés «spanish»”. En esa línea, sostuvo: “El español es un concepto que empezó a instalarse a partir de traducciones, intereses económicos y de expansión geopolítica, y su imposición universal puede pensarse que se inició hace menos de 30 años, cuando los fastos celebratorios del Quinto Centenario del desembarco de Cristóbal Colón en América. Esa instalación no fue ingenua, ni casual, ni inocente”.

“Este Congreso también es político, porque es continuidad de una decisión política tomada por las autoridades del Estado español: la de consagrar a la lengua que ahora llaman «español» como hegemónica síntesis de todas las lenguas de todos los pueblos que hablan lo que nosotros llamamos castellano”, abundó el intelectual oriundo de Resistencia.

Para Giardinelli, “la consigna convocante niega, igual que hace cinco siglos, la vigencia y vitalidad de las lenguas originarias que se hablan a la par del castellano en lo que hoy son más de 30 naciones americanas, como tampoco entiende ni parece aceptar el extraordinario aporte de los idiomas de la inmigración”. A modo de paños fríos a sus embates, el autor de La revolución en bicicleta, aclaró: “No estoy negando méritos a la muy respetable Academia de la Lengua, pero sí estoy diciendo que más allá de su trabajo de policía lingüística, no estoy seguro de que todos sus miembros sean conscientes del uso político, económico, empresarial y globalizador que los sucesivos gobiernos de España han venido dando al idioma que llaman español y yo castellano americano.

Finalmente, Giardinelli subrayó: “El castellano americano es la designación de la lengua que nos identifica y nos hermana políticamente, porque recoge tradiciones propias y enlaza parentescos nacidos de esta tierra prodigiosa a la que vinieron millones de extranjeros –de decenas de nacionalidades, culturas e idiomas– para asimilarse y enriquecer el carácter del idioma latinoamericano”.

Finocchiaro no recogió el guante

A su turno, el ministro Finocchiaro eludió responder a las críticas de Giardinelli. A la hora de tomar la palabra en la mesa redonda (lo hizo sobre el final, lejos de la alocución inicial de Giardinelli), el funcionario macrista agradeció al escritor por el ejercicio de opinar libremente, pero en vez de responder a las críticas, prefirió subrayar que la Argentina tiene altos niveles de alfabetización y celebró las mejoras obtenidas en las evaluaciones de las pruebas Aprender.

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