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Ginóbili: «Nunca tuve miedo a que las cosas me salgan bien o mal»

De visita en la ciudad, el entrenador de Bahía Basket contó su agitada experiencia de los últimos dos años. Y reconoció que su apellido y rápido acceso al puesto lo puso en la lupa de muchos. “En todo lo que haces vas a estar bajo la mirada de la gente, sobre todo en el deporte profesional", reconoció.

Sebastián Ginóbili dio el paso de jugador a entrenador de Liga casi sin darse cuenta. Lo que a muchos les cuesta años digerir, aceptar y comprender, a él le llevó poco y nada. Desde las ganas y la pasión entró en la vorágine nuevamente. Claro está, subido en la que es su casa, Bahía Basket, su ciudad y apoyando una idea en la que cree fielmente, acompañado, rodeado por personas que espalda contra espalda pelean todos los días por una ilusión compartida. De visita en la ciudad, le contó a El Hincha su agitada experiencia de estos últimos dos años.

“Yo me retiré en mayo de 2012 y la verdad que tenía como idea trabajar con chicos, no llegar tan rápido a la Liga. Quería desarrollar técnicamente a jugadores y transmitir lo que pude aprender en 20 de años de carrera y con muchos entrenadores muy buenos. Pero de un año para otro me ofrecieron esta posibilidad de llegar a Bahía Basket y estar al frente del equipo, tras trabajar en un proyecto de talentos en Bahía Blanca. Y también tuve la chance de estar a cargo del seleccionado en un Mundial U19, que fue increíble. No fue fácil la decisión de empezar, sé que muchas veces un entrenador se va formando con el paso de los años y en este caso llegó todo muy rápido, con experiencias enriquecedoras”, explicó Sepo, con claridad de concepto y hablar veloz sin caer en la verborragia.

Y reconoció que su apellido y su rápido acceso al puesto lo puso en la lupa de muchos. “En todo lo que haces vas a estar bajo la mirada de la gente, sobre todo en el deporte profesional. Yo nunca le tuve miedo a que las cosas me salgan bien o mal, lo importante es hacer el trabajo con responsabilidad y compromiso, defendiendo el lugar en que me tocó estar. El éxito y el fracaso forma parte de esta tarea, uno tiene que entender que a veces no todo depende de uno, tratando de hacer lo suyo lo mejor posible para ayudar a su equipo, pero hay un montón de factores que inciden en el éxito deportivo”.
“En Bahía tanto el director deportivo como el presidente eran ex jugadores de básquet y entonces no había mucho que explicar, que discutir, no había que ponernos de acuerdo sino que teníamos claro hacia dónde nos dirigíamos. Te diría que para empezar como entrenador es el lugar ideal, un proyecto ambicioso, con jugadores jóvenes, sin forzar tanto el resultado deportivo sino el desarrollo de esos jóvenes. Se fue dando de buena manera y aparecieron las buenas campañas, que terminan siendo un éxito para nosotros y más rápido de lo esperado, además de varios objetivos paralelos que se cumplen”, amplió Ginóbili.
Poco a poco se cumplen los pasos y los elencos importantes de otros países se fijan en los jugadores de Bahía, como Vaulet drafteado en la NBA o ahora la llegada de Redivo a España. Ginóbili explica que no es algo para lamentar y que se sabe que pasará: “Es algo que asumimos porque lo veníamos hablando y era también uno de los objetivos de este proyecto. La llegada de Lucio (Redivo) a la ACB (Liga de España) es algo increíble para nosotros. Vamos a sentir su ausencia obviamente porque es uno de los jugadores más desequilibrantes que teníamos, pero ver la posibilidad de que llegue a un nivel tan alto apenas unas temporadas después de estar jugando en la segunda división de Bahía Blanca nos llena de orgullo. Él se ganó el lugar con su trabajo, con su ambición, con su deseo. Es un sueño”.
Mientras, el entrenador de Bahía Basket también explicó cómo es el proceso para reclutar a un jugador. En este caso hace pocas semanas confirmaron la llegada del rosarino Bautista Lugarini. “Nosotros llevamos a los chicos que tienen ganas de estar con nosotros, que compartan los objetivos, que acepten la forma de trabajo. Que sea su deseo y no de los padres, de los tíos o de los representantes. Una vez que sabemos eso decidimos a quién buscar y no acumulamos. Por ejemplo ahora cedimos a tres chicos para que jueguen en TNA una temporada para que se fogueen. Buscamos que los que lleguen nos ayuden a competir también entre nosotros para mejorar, para no conformarnos, para que el de al lado me haga mejor”, analizó.
Y también intentó responder cómo cree que tomaría Bahía el momento en el que él elija cambiar de rumbo: “No sé como lo tomarían, pero por ahora no es el momento. Estamos hablando de una extensión del contrato y me siento muy cómodo en Bahía. Más allá de que uno tiene objetivos personales, los míos hoy en día están en Bahía Basket y ver el desarrollo de estos chicos que tomamos hace tres o cuatro años y ver dónde llegaron hoy. Eso me motiva muchísimo para seguir trabajando con una generación nueva junto a los que están en su etapa final en el equipo. Yo nunca puse por delante el dinero, nunca puse por delante el título individual. Me interesa lo colectivo y el año pasado logramos mucho y por eso valoro mucho más el trabajo que está haciendo la organización”.
La forma de trabajo de Bahía despierta interés de muchos, pero Sepo Ginóbili explica que no hay nada raro. “No es diferente la forma ni hay un secreto. Todos los entrenadores argentinos entrenan bien y en muchos lugares se trabaja bien. Nosotros estamos encasillados en una idea y quizás lo que pasa es que en otros equipos hay mucha necesidad de ganar y lleva más tiempo la posibilidad de darle minutos a un jugador joven. Nosotros sabemos cuál es el objetivo y la forma de lograrlo. Pepe (Sánchez) es el presidente y jugó en todos los niveles que se pueda jugar, sabe cómo es el camino que hay que hacer y cómo trabajar para llegar. Lo mismo pasa con el Puma (Montecchia), lo mismo Juan Espil cuando estuvo. Vino Fabricio (Oberto) a entrenar con nosotros y también fueron chicos del equipo a entrenar con Luis (Scola) en Estados Unidos. Tratamos de darles buenos ejemplos y dejar en claro que en Bahía Basket es un lugar en el que se pregona el trabajo más que el resultado deportivo. Se busca ser mejor jugador, mejor persona, mejor estudiante. Y hay tiempo para todo. Se da la oportunidad para desarrollarte, con mucha exigencia, es cierto”.

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