Gisela Scaglia nació en la ciudad de Gálvez, en el departamento San Jerónimo. Hija de un productor agropecuario asegura que el sector necesita herramientas y reglas de juego claras para la producción, al tiempo que establece una diferencia entre los grandes y los pequeños productores de la región.
Es licenciada en Ciencia Política y ejerció como docente en instituciones terciarias y universitarias, de allí su interés por la educación, sobre la que asegura hay que “reformar con medidas contundentes” y mencionó quitar la no repitencia, hacer un plan de infraestructura y recuperar el rol docente.
La ex diputada y militante de PRO entiende que la seguridad, además de medidas concretas de control, necesita de políticas sociales y de una intervención conjunta del Estado.
En diálogo con El Ciudadano, la candidata a vicegobernadora que acompaña a Maximiliano Pullaro criticó la actual gestión provincial y propuso llevar al Senado la discusión sobre leyes vinculadas a la seguridad, la educación, la producción y la salud.
—¿Qué expectativas tienen a menos de una semana de las elecciones y después del buen resultado que obtuvieron en las Paso?
—El resultado de las Paso fue contundente y entendemos que todo el voto de Unidos va a estar acompañándonos. Son personas que quieren un cambio en la provincia de Santa Fe y esperamos que este domingo nos acompañen. También creo que va a haber muchos votantes que no fueron la elección pasada que esta vez sí van a participar. Espero más participación de la gente.
—¿Qué evaluación hacés de la articulación con el Frente Progresista?
—Nadie esperaba un resultado tan amplio porque nunca en una Paso de la provincia de Santa Fe hubo casi un millón de votos para un frente electoral, que es una conjunción de muchos partidos políticos que pudimos poner por encima de nuestras ideologías partidarias las propuestas para Santa Fe. Eso hizo que todo sumara para que el frente Unidos tuviera más votos de los que podíamos imaginar. Yo creo que nadie tenía una expectativa tan grande en una Paso.
—¿Cómo analizás el actual gobierno provincial y cuál es el mayor desafío en la provincia?
—Omar Perotti fue el gobernador que abandonó a Santa Fe. Abandonó a los Bomberos Voluntarios, a la Policía, a los maestros, al sistema de salud, a la infraestructura real de la provincia. Sólo basta con ir a la autopista Rosario-Santa Fe y ver que pusieron luces y no arreglaron un pozo. La gente te cuenta que hace cuatro años no aparece nadie. Hay lugares de la provincia que no visitó nunca. Es la muestra más clara de un gobierno ausente. El día después de asumir, Perotti se excusó en la pandemia, se ausentó de la provincia y nunca pudo salir de su propio encierro. Es la desinversión, la falta de política pública, de funcionarios recorriendo el territorio. Tenés ausencia de mesas de diálogo, de reuniones, de equipos, de trabajos en territorio.
—¿Cuáles son los principales ejes de trabajo que proponen?
—Creo que la educación es central. Con Maxi nos complementamos como fórmula. Él es una persona que de seguridad entiende y sabe mucho, yo soy más formada en el ambiente educativo. La primera cuestión es reformar el sistema. La escuela hoy no enseña y los chicos no están conformes. Lo primero es terminar con la no repitencia. Eso retrasó la educación. Es decirle a un chico que el mérito no vale, que vayas o no a la escuela te va a ir bien igual. Después en el mundo del trabajo les piden que cumplan horario y están perdidos porque las escuelas dicen lo contrario.
En segundo lugar, tener un plan de lectura y comprensión de texto en la escuela primaria.
Otra propuesta es hacer un censo de infraestructura. Recorrí un montón de escuelas en la provincia y tienen necesidades muy grandes. Hay hacinamiento, pero hay que establecer prioridades porque hay escuelas con peligros de derrumbe.
La cuarta pata del programa educativo tiene que ver con el rol docente. Hoy no pueden evaluar, no tienen autoridad delante del aula y se sienten rehenes de una circular del Ministerio de Educación que les dice cómo y qué enseñar. El docente tiene que volver a tener un rol protagónico.
—Otra cuestión que lamentablemente afecta a las escuelas es la inseguridad, ¿cómo piensan abordarla?
—Hay que pensar en transversalidad en las políticas públicas. Maxi siempre dice que el principio de la seguridad es a través de medidas concretas que tienen que ver con más investigación, con más fuerza policial, con más Estado presente. El resultado final de una buena política de seguridad tiene que ver con políticas sociales y políticas blandas. Si no lo acompañás con mejorar la educación, con un sistema de salud fortalecido, con apertura de calles, con implementación de programas barriales, con fortalecimiento de clubes y de acciones culturales, como por ejemplo el Plan Abre que fue exitoso, vas a tener un plan de seguridad que va a fracasar. La seguridad no es sólo fuerza. Hay que sumar una política social que en Rosario, como lugar central de la provincia, necesita de una intervención conjunta.
—Pertenecés a una familia vinculada al agro; ¿qué propuestas plantean en relación al campo?
—El campo pide dos cosas. Caminos; el principal producto de Santa Fe sale por camino de tierra y se va del país por un camino de tierra, porque en los puertos hay camino de tierra. Necesitamos caminos de la ruralidad y ripios realmente armados para toda la conexión de la productividad. En la provincia se hicieron mil kilómetros pero me parece una vergüenza cuando hay departamentos que tienen hasta 300.000 hectáreas de campo.
Lo segundo que te pide el campo es que lo defiendas frente al gobierno nacional, cuando anuncian cierre de exportación, cuando quieren tocar la retención, cuando no hay crédito para comprar maquinaria, cuando hay sequía. Después, el campo pide reglas de juego claras al gobierno nacional y va a sacar este país adelante.
Vengo de una familia donde mi padre es pequeño productor pero con muchas dificultades. Muestran que no entienden cómo funciona el campo en la provincia. Han puesto un estigma en personas que se levantan a las 6 de la mañana y se acuestan a las 10 de la noche después de haber estado todo el día en el campo sin importar si llueve o si es domingo, cuidando una de las actividades principales que tiene nuestro país.
En Santa Fe tenemos muchos más productores pequeños y medianos que grandes. Si no les das reglas de juego y condiciones les va a convenir alquilar la tierra a un grande, porque se terminan cansando y no les pueden dar futuro a las generaciones que vienen para quedarse en el campo y trabajar. A quienes piensan que son todos grandes y que están jugando con la especulación financiera yo les respondo que eso no es la mayoría de Santa Fe. Los santafesinos somos otra cosa y ese es el corazón productivo de nuestra provincia.
—En el ámbito legislativo, ¿cuál sería el desafío de conducir un Senado que puede llegar a tener mayoría peronista?
—Creo que me va a tocar conducir un Senado de mayoría oficialista donde vamos a tener un apoyo muy grande al gobernador. Hay que sacar a aquellos que hicieron tanto mal en la provincia de Santa Fe y ésta es la oportunidad. Debemos cambiar la impronta del Senado en relación con las discusiones a dar en la provincia. La Legislatura tiene que debatir temas que le importan a los santafesinos: una ley de Parques Industriales, leyes que tengan que ver con lo ambiental, leyes de seguridad, hay que discutir la ley de narcomenudeo que es de vital importancia, leyes de promoción a la producción. Hay mucho para hacer si discutimos temas que hoy le importan a los sectores productivos, educativos o de salud de la provincia.
—¿Qué opinás de los subsidios del Senado?
—Defiendo cuando llegan a las instituciones que tienen que llegar. Gracias a esos subsidios, que es una forma más de que el Estado esté presente, muchas instituciones logran hacer un montón de cosas que sería difícil concretar desde el Estado. Cómo le pedís al Estado que te apoye para ir a un viaje a una competencia o para hacer una refacción en determinadas instituciones. El senador siempre está primero. La clave es la transparencia. Los santafesinos nos debemos una ley de Acceso a la Información Pública para que cualquier ciudadano tenga información.
—A nivel nacional, ¿cómo analizás el resultado de las Paso?
—Con Maxi apoyamos a Horacio (Rodríguez Larreta) y tenemos una relación con él, espero que además el domingo nos acompañe. Creo en lo que él proponía, pero lo dijimos desde el primer día: vamos a acompañar al que gane. Ganó Patricia (Bullrich) y el día después todos estamos trabajando para que Patricia sea presidenta. Juntos por el Cambio se creó por unas Paso y yo respeto la decisión de la gente, más allá de que no era mi primera opción, pero sí hoy es mi primera opción.
El voto de Santa Fe y de (Javier) Milei hay que respetarlo. Uno no se puede enojar con lo que la gente vota. Tenemos que aceptar el voto y entenderlo. La gente puso un mensaje muy contundente. Primero, la necesidad de cambio, porque si sumás los votos de Milei con los votos de Juntos por el Cambio casi el 70% de los argentinos quiere un cambio al modelo actual que representa (Sergio) Massa.
Es similar a lo que pasó en Santa Fe. El 65% de los santafesinos le dijeron que no al modelo de Omar Perotti. Hay que leer la necesidad de cambio en lo nacional y en lo provincial. Muchas veces no se relaciona con un partido político, sino con una persona que le inspira confianza o le dice lo que desea escuchar. La gente está harta de muchas cosas, de promesas incumplidas, de una política que dejó de estar cercana. Eso tiene que cambiar. El modelo es de mucha más cercanía. En la provincia tenemos un gran desafío de generar mesas de diálogo, donde nos sentemos con el gobernador y los ministros para escuchar y trabajar, resolver mano a mano con la gente y que vuelvan a tener un vínculo directo.
Para eso también tienen que estar los legisladores, por eso queremos mayoría. La lista de diputados es muy importante. Clara García es una mujer muy valiente y comprometida. Es de lo más rico que me deja Unidos para Cambiar Santa Fe. Haber conocido gente que tiene las mismas intenciones y las mismas ganas para sacar a Santa Fe adelante. Clara es la mujer que le va a ganar a Perotti y es quien representa el legado de Miguel Lifschitz.