Verde y violeta. Glitter y tapabocas. Caravana y distancia. A pie, en bicicletas, motos y autos, mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries marcharon como todos los 25 de noviembre para decir basta de violencia machista. Fue el regreso a las calles después del 8M, la última movilización antes del aislamiento por la pandemia, de un movimiento que se constituyó y creció al calor de la lucha colectiva. Fue reencuentro y saludos con las miradas. Fue unión en la distancia y gritos con tapabocas para recordar, una vez más, que nos queremos vivas y libres, que dejen de matarnos y que sea ley.
“Fue volver a tomar las calles y para el movimiento feminista es muy importante. No es lo mismo activar desde las redes y desde tu casa que saludarte con codos y cruzarte con tus compañeras. Es algo que extrañábamos y se necesitaba”, dijo a El Ciudadano, Lilian Alba, desde Ni Una Menos Rosario.
La edición 2020 del 25N llegó en el marco de la pandemia y obligó a tomar medidas especiales para sostener los cuidados sanitarios. Pero también llegó más verde que nunca: hace una semana el Ejecutivo nacional presentó un proyecto a la Legislatura para que trate la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que se sumará al propuesto por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Por eso, la esperanza verde y el pedido de aborto legal fue uno de los reclamos principales de la proclama que las organizaciones acordaron junto con otras reivindicaciones.
Desde las 17.30, mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries llegaron a la plaza San Martín para sumarse a una caravana a pie que incluyó autos, motos y bicicletas para mantener el distanciamiento. Una columna de cinco cuadras marchó por Oroño, hasta Weelright y de ahí al Parque España donde leyeron un documento consensuado por las organizaciones.
El recorrido original fue reemplazado a último momento para evitar el cruce con quienes iban al Monumento a la Bandera tras la muerte de Diego Maradona este miércoles. En paralelo, otro grupo de organizaciones se manifestaron en las puertas de la Catedral de Rosario.
Vivas y libres
“¡Con vida y libres nos queremos! No más víctimas de femicidios, lesbicidios, transfemicidios y travesticidios. ¡Basta de discriminación y violencia simbólica, mediática, obstétrica, política, física, sexual, psicológica, laboral, económica, en la casa y en la calle, en el trabajo y en la pareja! ¡Basta de abusos y acosos! En contexto de pandemia todos nuestros derechos están vigentes”, expresaron desde las organizaciones.
Es que la pandemia desnudó la realidad que viven a diario las mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries para quienes el aislamiento y el “quédate en casa” significó un aumento de la violencia. Según señalaron desde las organizaciones, en lo que va del año hubo 272 femicidios en todo el país. En Rosario, desde el inicio de la pandemia, los llamados al Teléfono Verde subieron un 70 por ciento en comparación a 2019; y en los primeros seis meses desde el aislamiento, la Dirección de Mujeres y Disidencias de la ciudad de Santa Fe recibió más de mil consultas de personas que atraviesan situaciones de violencia de género.
Que sea ley
El tratamiento y aprobación del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo fue uno de los reclamos que más resonó durante la jornada. La semana pasada, el presidente Alberto Fernández envió un proyecto al Congreso de la Nación. Lo hizo a través de un mensaje en sus redes sociales en el que consideró que “es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo”.
Así, el gobierno nacional cumplía con la promesa de campaña, postergada por la pandemia de coronavirus. El proyecto presentado por el Ejecutivo plantea en términos generales los mismos lineamientos que el de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, con algunas diferencias que generaron reparos. La Campaña presentó el primer proyecto en 2007 y el último en 2019, el cual tiene estado parlamentario y será discutido con el del Ejecutivo.
Desde los feminismos pidieron este miércoles la aprobación del proyecto de la Campaña y acompañaron el reclamo al grito de “Educación Sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar, Aborto legal para no morir”.
Basta de violencias
Otras de los pedidos de las organizaciones fue la aprobación provincial de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) y su implementación en los establecimientos escolares; la creación de un Fondo provincial y municipal para atender la Emergencia de Violencia de Género, que se agrava en el contexto de la pandemia; el reconocimiento legal y presupuestario de mujeres indígenas, de pueblos originarios y afro; garantizar el acceso a los dispositivos de atención en violencia de género para mujeres y diversidades sexuales con discapacidad y diversidad funcional.
También el desmantelamiento de las redes de trata y aparición con vida de las víctimas; una sociedad sin manicomios; efectiva aplicación de las políticas LGBTI, de la Ley Micaela en el Poder Judicial nacional y provincial y de la Ley Brisa; el patrocinio jurídico gratuito para los familiares de víctimas de femicidios; y el cumplimiento de la ley 25.929 de Parto Respetado en instituciones públicas y privadas.
El reclamo por el cese de las quemas ilegales en las islas y la sanción de una ley que proteja los humedales fue otro de los pedidos de la caravana.
En cuanto a la violencia económica, pidieron condiciones dignas de trabajo, cuidados y protección de trabajadoras y trabajadores formales e informales; reconocimiento de los derechos laborales, acceso a la jubilación y obra social de las trabajadoras sexuales y aprobación en Santa Fe de la ley de reparación histórica; sanción del impuesto a las grandes fortunas; y pleno acceso a la ley de jubilación de ama de casa.