Este juego milenario fue creado en el territorio de la actual China continental y aunque no hay registros documentados sobre alguna fecha aproximada ni bajo qué circunstancias se creó, se cree que es más antiguo que la escritura. Por esto, se especula con que fue creado por el emperador Yao alrededor del año 2.200 A.C como un instrumento pedagógico para estimular el pensamiento de su hijo y heredero.
Aunque esa es una de las tantas leyendas sobre su origen, lo que sí quedó documentado es su antigüedad ya que fue encontrado en obras escritas de Confucio y Mencio. Según publicó recientemente el portal Infobae, Su expansión reconoce cuatro fases históricas: hacia el siglo II A.C se difunde por todo el territorio chino, saliendo de la China central y montañosa. Alrededor del siglo V llega a la península de Corea y a Japón, isla en la cual sufrirá un profundo desarrollo en los siglos posteriores, ya hacia el siglo XV llega al continente europeo y en el siglo XX se convierte en un juego global, sobre todo lo hizo en las últimas décadas cuando llegó al espacio al ser uno de los pocos juegos que se ha jugado en una estación espacial internacional.
El Go en Argentina y en Rosario
Se cree que llegó a Argentina de la mano de las colectividades asiáticas, pero no fue sino hasta la década de 1970 que se lo introdujo oficialmente gracias al ingeniero Hilario Long, ex rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires, y organizador del Primer Curso de Go en Argentina además de un actor clave en la fundación de la Asociación Argentina de Go.
Long fue el autor del primer libro nacional sobre este juego e inspiró a otros impulsores del juego en el país, entre los que se destaca el múltiple campeón nacional e iberoamericano, Fernando Aguilar, el ingeniero que suele dar charlas teóricas sobre Go y estrategia.
En tanto, en Rosario, el juego comenzó a desarrollarse a mediados del 2003. Orlando Boeme y Gustavo Gómez jugaron su primera partida en la Asociación Japonesa. Tiempo después encontraron a Tito Álvarez, que conocía el juego desde los ‘70. Fue así que se fundó el Club de Go de Rosario, actualmente llamado Club de Go de Rosario Alberto ”Tito” Álvarez, en reconocimiento a uno de sus fundadores e impulsor del juego en la ciudad.
El club viene desarrollando diversos talleres gratuitos en toda la ciudad, siendo el más reciente con alumnos del Poli. También la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR lo incorporó hace dos años a la lista de cursos en el que pueden participar alumnos, docentes y no docente. Incluso, ya ha salido una camada de nuevos jugadores.
Vale recordar que Rosario, en el año 2019, tuvo su primera representación internacional con la participación de Jaime Guiamet en la Copa Primer Ministro de Corea, en Seúl. Actualmente y luego del Torneo Argentino 2018 realizado en el ECU, el Club de Go creció exponencialmente. Los integrantes se reúnen todos los jueves a partir de las 19 en la Biblioteca Popular Alfonsina Storni, en Ovidio Lagos 367.
Cómo es el juego
En el Go, cada jugador intenta rodear más superficie (territorio) del tablero colocando estratégicamente sus piedras negras o blancas. El tablero es una grilla de 19×19 líneas y, por lo tanto, cuenta con 361 lugares para ubicar piedras (se juega en las intersecciones de las líneas). Estos lugares también cuentan como un punto de territorio, cada uno para determinar el resultado del partido y además se suma 1 punto por cada piedra del oponente capturada; quien obtenga más puntos sumando “prisioneros” y territorio en el tablero es el ganador. La profundidad estratégica y táctica del Go es inmensa y su mecánica se puede describir con tan solo cuatro reglas esenciales.
El Go, como se llama en Japón, (Baduk en Corea y WeiQi en China) está muy arraigado en la cultura e historia de estos países orientales, donde existen ligas profesionales, al igual que periódicos y canales de televisión completamente dedicados a él. En el continente, cosechó cientos de millones de seguidores durante toda su larga historia.
Ya en el siglo XX comenzó a popularizarse en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. En Oriente es considerado tradicionalmente un arte y en Occidente se lo considera como el deporte mental más complejo, profundo y fascinante. Actualmente, Europa y Estados Unidos tienen también sus ligas profesionales.
A nivel mundial, está representado por la Federación Internacional de Go (IGF) que fue fundada en 1981. Actualmente cuenta con 69 organizaciones nacionales y más de 40 millones de afiliados activos.
Un Congreso que estuvo a full
En ese marco, del 7 al 10 de octubre pasado se hizo en Buenos Aires el Cuarto Congreso Latinoamericano de Go. La atractiva actividad fue organizada por la Asociación Argentina del Juego de Go, en la sede del Círculo de Oficiales de Mar, en el barrio porteño de Balvanera.
La cita reunió a hombres y mujeres de todas las edades con interés en la táctica y estrategia del juego, en un clima de amistad y camaradería.
“La primera edición se hizo en México, luego en Guatemala y la última fue en Brasil, antes de la pandemia. Argentina fue el cuarto organizador del evento, que es muy importante para la región”, dijo la vicepresidenta de la Asociación Argentina del Juego de Go, Gissella Gastin.
“El Go es un juego que, por una cuestión de distancias, las partidas en su mayoría se hacen de manera virtual. Entonces la magnitud de lo presencial, de encontrarnos, de compartir y estar todo el día jugando Go, revisando partidas, compartiendo con profesionales y demás, no se da todos los días”, resaltó Gastin.
La mujer celebró que el Cuarto Congreso Latinoamericano de Go, que incluyó el 22º Campeonato Iberoamericano de Go, le permitió reencontrarse con jugadores que hace cinco o seis años no veía. “Siempre aparecen nuevos incentivos para poder viajar y encontrarse”, dijo.
“El Congreso fue abierto y vinieron jugadores de todo el mundo que tenga ganas de participar. La del Go es una gran familia, siempre aparecen jugadores nuevos o que se están iniciando. Tenemos contacto a través de Internet y por torneos o ligas que son clasificatorios para representar a Latinoamérica en eventos internacionales”, explicó Gastin.
El Go tiene cultores desde hace años en Argentina, y el refinado escritor Jorge Luis Borges (1899-1986), uno de los más importantes del siglo XX, le dedicó un poema que lleva por título “El Go”, donde destaca al juego como “ese otro ajedrez de Oriente” cuyo “tablero es un mapa del Universo”.
La representante argentina resaltó que “el Go tiene muchos beneficios, la paciencia, por sobre todo. Las partidas son largas, hay concentración, tiene una filosofía de fondo”.
“En el ajedrez uno ‘mata’ al rival, lo desaparece del tablero, en cambio el Go no se trata de eso, se trata de quién se queda con más tablero, con más territorio, y la idea es que las partidas sean buenas, sin diferencias entre los rivales. Es novedoso para nosotros, habla del compartir, de dar, de ceder, una filosofía muy de Oriente que atrapa”, subrayó Gastin.
Consultada sobre el balance del Cuarto Congreso Latinoamericano de Go, Gastin dijo: “El balance fue completamente positivo, un éxito total por la cantidad de participantes que tuvimos de toda Latinoamérica, y por el entusiasmo que había por el encuentro. Fue muy positivo”.
La actividad incluyó, además del Torneo Iberoamericano, competencias juveniles, el Torneo Femenino y otro de parejas.
En tanto, el próximo 11 de noviembre una delegación de Rosario partirá hacia Ushuaia a disputar el circuito Weichi más austral.
Beneficios pedagógicos y terapéuticos del Go
La práctica sistemática del juego de Go contribuye significativamente a la formación intelectual en los niños:
-Capacidad de atención y concentración: la práctica del Go requiere una atención selectiva sobre un tablero que constituye un universo cerrado provisto de reglas internas, pero que permite una casi infinidad de escogencias tácticas y estratégicas. El juego permite al niño el logro de maestría sobre un universo cognitivo cuyas reglas están al servicio de la generación de nuevas estructuras. Es una escuela de disciplina y de libertad particularmente apta a desarrollar en el niño sus cualidades cognitivas y su estilo de razonamiento.
-Habilidades creativas y lógicas de razonamiento: sobre un plano neuropsicológico, el juego de Go ofrece una síntesis notoria de aptitudes espaciales (controladas mayoritariamente por el hemisferio derecho en el diestro) y las aptitudes secuenciales (controladas por el hemisferio izquierdo en el diestro). Resulta de ello una fusión notoriamente harmoniosa asociada al ejercicio de tareas de planificación y de anticipación imaginaria.
-Seguridad intelectual: el ejercicio del Go favorece en el niño el sentimiento de poder abordar situaciones complejas y de dominarlas por sus propias iniciativas. Ello contribuye a aumentar su confianza en si mismo y finalmente su autoestima.
-Madurez intelectual y social: el niño aprende a apreciar una buena partida, con un adversario que exige lo mejor de él, por encima de la partida ganada con facilidad. Aprende a aceptar su derrota y agradecer con gusto la partida jugada. El Go aporta madurez intelectual y social, que se refleja en un autocontrol efectivo de la agresividad, y el respeto al adversario.
-Mayor rendimiento escolar: la sencillez de sus reglas y lo divertido del juego, desde el nivel más elemental, lo hacen cautivador. Al fortalecer la capacidad de concentración, la seguridad en la capacidad intelectual y la autoestima, elementos esenciales del rendimiento escolar, el Go se convierte en un importante instrumento para la formación en la escuela.
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