El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, volvió a arremeter contra la Corte Suprema, y aseguró que en el máximo tribunal hay «una suerte de quinto miembro» que discute «mano a mano» con el presidente cortesano, Ricardo Lorenzetti.
La referencia de Fernández es para Pablo Hirschmann que en la actualidad figura como secretario letrado del Carlos Fayt.
«Hay un quinto miembro (de la Corte) que es el doctor Pablo Hirschmann, un letrado que trabajó a la par de (Julio) Nazareno cuando era presidente de la Corte y que ahora trabaja con el doctor Fayt» y que «se sienta mano a mano con el doctor (Ricardo) Lorenzetti a discutir los trabajos», reveló Fernández.
Al respecto acotó que «es una suerte de quinto miembro sin los dos tercios que se le reclaman a los conjueces y sin ningún tipo de acuerdo».
En el mismo sentido volvió a preguntarse por la situación de Fayt y dijo que «no puede ser que la situación de un ministro de la Corte al que le llevan las cosas a firmar, que no sabemos si las firma él; que si las firmó no sabemos en qué condiciones está y nadie dice exactamente cómo está».
Es por eso que el jefe de Gabinete se mostró partidario de que los miembros de la Corte Suprema de Justicia «brinden partes médicos cuando tienen complicaciones de salud» y puso como ejemplo a los presidentes Néstor Kirchner y Cristina de Kichner, que difundieron comunicados sobre su salud cuando tuvieron complicaciones.
Además, se preguntó, además, cómo va a funcionar el alto tribunal de ahora en más y si «la Corte va a tomar decisiones entre tres, porque Fayt no va a venir, si no estaba viniendo ya». Y afirmó que «ya no van a poder hacer esto, porque como todo el mundo va a estar con el ojo en aviso por lo sucedido en la acordada 11/2015 que nos dijeron que había sido primero uno de los que propuso al doctor Lorenzetti, y luego propuso a la doctora Highton de Nolasco, están mostrando en dos considerandos de esa acordada que estaba presente y activo en la votación. Y, sin embargo, estaba en la casa».
En ese sentido, agregó que luego «nos enteramos que el doctor (Cristian) Abritta le llevó para su firma el dictamen. La situación es incomodísima y en ningún lugar del mundo se ocultan estas cosas. Debiera, por lo menos alguien, decir la verdad de lo que está sucediendo».
