Luego de que los organizadores de la Copa Argentina atribuyeran al gobernador Miguel Lifschitz la decisión política de que el Clásico entre Newell’s y Central se jugase fuera del territorio provincial, el propio gobierno de Santa Fe emitió un comunicado rechazando las expresiones vertidas por los responsables de la competencia, solicitando «retractación» que contribuyan a mantener las relaciones institucionales.
«El gobierno de Santa Fe rechaza totalmente las expresiones vertidas por los organizadores del torneo Copa Argentina, para justificar la decisión de jugar el clásico rosarino fuera de la Provincia y sin público presente. En efecto, el gobernador Miguel Lifschitz jamás tomó una decisión como la que sostienen dichos empresarios, ni indicó que se fijara tal postura», indicó el comunicado.
«Los organismos estatales encargados de la seguridad en dichos eventos vienen desarrollando desde hace varios días reuniones con dirigentes deportivos, organizadores del torneo y responsables de la seguridad pública para tratar de arribar a un acuerdo de partes que permita desarrollar la competencia deportiva con los menores riesgos posibles para los participantes y simpatizantes en general», añadió.
Según el gobierno provincial, «hasta hoy no teníamos definición oficial de la fecha y la hora prevista para la realización del evento, surgiendo diferencias totales en las propuestas de los clubes y la organización del torneo».
«Tampoco se nos comunicaron fehacientemente -lamentaron desde el gobierno-, los criterios reglamentarios o de uso con los que debe definirse el estadio para la disputa deportiva (cancha neutral, local, visitante, distante o cercana a la ciudad de procedencia de ambas parcialidades), y cuál es la decisión de los organizadores respecto de la presencia o no de público local, o de ambos equipos de acuerdo a las distintas opciones de lugar de disputa que pueden existir».
«Por tal motivo -agregó el comunicado-, sorprende la expresión falaz e inadecuada que los responsables de la organización de Copa Argentina han utilizado para sostener la decisión que han tomado, pretendiendo fundarla exclusivamente en una inexistente decisión negativa del gobierno provincial, e inexplicablemente dirigida a la persona del gobernador».
«La conducta que repudiamos es totalmente desafortunada», manifestaron desde el gobierno. «No contribuye a lograr relaciones armónicas entre quienes explotan comercialmente la realización de las competencias deportivas, los deportistas, los clubes y los que tienen responsabilidades referidas a garantizar la seguridad pública. No es éste el camino que queremos recorrer y no estamos dispuestos a tolerar bajo ningún concepto que se pretenda responsabilizar a este gobierno provincial por el lamentable presente que atraviesa el fútbol argentino, con partidos vedados a la presencia del público visitante, violencia estructural y riesgo permanente para los asistentes que solo quieren disfrutar pacíficamente de uno de los deportes más apasionantes que existen».
«En consecuencia, exigimos que aclaren la afirmación falsa que han hecho pública a través de medios oficiales. Es imprescindible dicha retractación para poder continuar la relación que siempre hemos decidido tener con los organizadores del torneo referido y poder seguir coordinando la realización de éste y futuros encuentros deportivos en beneficio de los simpatizantes y protagonistas del fútbol local y nacional», concluyó el comunicado del gobierno de Santa Fe.