El Gobierno le dará en parte la razón a Hugo Moyano en el conflicto con Siderar, y apoyará el reclamo que realiza el gremio de los camioneros por la situación laboral de sus afiliados. Sin embargo, congelará la exigencia del titular de la CGT de obligar a la compañía siderúrgica a incorporar como planta permanente a los casi 1.000 choferes que trabajan indirectamente para la empresa. Como contrapartida, y también a favor de Moyano, Siderar deberá hacerse responsable de la normalización en la situación laboral de los camioneros.
Éste es el esquema de solución y negociación, que desde el Ministerio de Trabajo se planteará a la compañía Techint y al sindicato de Hugo Moyano, para terminar con el conflicto desatado esta semana entre ambas partes.
Moyano denunció que los choferes que trabajan para las empresas tercerizadas por Siderar, realizan horas extras sin la liquidación correspondiente y con contratos de operarios de corta y media distancia en lugar de larga como correspondería según el gremio. Además afirma que en muchos casos hay empleados «en negro». Para esto el sindicalista pidió que Siderar incorpore a todos los choferes a su planta permanente, lo que provocaría además que el gremio pondría un pie en la estructura laboral de Techint, algo que por ahora domina la Unión Obrera Metalúrgica. Desde la cartera que maneja Carlos Tomada, se descartará este reclamo, pero se buscará la forma de hacer directamente responsable a Siderar en la garantía de la situación laboral de los choferes.
Ayer, el gremio de Moyano, que hoy dirige su hijo Pablo, continuó con la toma de cinco plantas de la empresa Siderar del grupo Techint, y advirtió que ampliará la medida de fuerza en reclamo por la efectivización de trabajadores, mientras que la firma aclaró que el bloqueo hace peligrar su producción y abastecimiento.
Los sindicalistas liderados por Pablo Moyano se mantuvieron ayer durante todo el día apostados en los portones de acceso a las cinco fábricas ubicadas en las localidades bonaerenses de San Nicolás, La Plata, Haedo, Florencio Varela y Canning. La protesta del sindicato, que mantiene bloqueados desde el martes los accesos a las plantas de la empresa Ternium Siderar amenaza profundizarse en las próximas horas con la extensión de la medida de fuerza a otros establecimientos y hacia las rutas de acceso a las plantas. De confirmarse estas medidas, los afectados no sólo serían las plantas, sus proveedores y clientes, sino además la circulación por las rutas de acceso a los establecimientos en conflicto.
El blanco serían además otras plantas que el Grupo Techint, de la familia Rocca tiene en otros puntos del país, incluyendo la sede central de la empresa en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, lo cual elevaría el conflicto a una máxima tensión.
Moyano repudió las denuncias judiciales realizadas por Siderar contra el gremio a raíz de la protesta y aseguró que continuarán las medidas. «No nos va a asustar ninguna denuncia, no vamos a mover ningún camión», enfatizó el hijo del jefe de la CGT, Hugo Moyano, y adelantó que de no haber respuestas favorables, el gremio realizará cortes de ruta.
La empresa continuó también ayer rechazando las acusaciones del sindicato de Moyano, asegurando que se trata de una protesta «intempestiva e ilegítima» y reiteraron la advertencia sobre que la continuidad de la protesta afectará la actividad productiva debido a la falta de insumos.
Según Siderar, «la medida de fuerza está impactando en el abastecimiento a toda la cadena de valor siderometalúrgica automotriz y autopartes, línea blanca, maquinaria agrícola, construcción, envases, afectando negativamente en la actividad económica en su conjunto».