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Gobierno turco defiende la ofensiva contra el EI y la guerrilla kurda

"Estoy seguro de que los actores políticos dentro y fuera de Turquía son conscientes de que las ofensivas militares (del 23 y 24 de julio) determinan dos fases diferentes", dijo el primer ministro turco.

En medio de crecientes críticas opositoras, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu defendió hoy las operaciones militares lanzadas en los últimos días contra el Estado Islámico y objetivos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Irak y Siria y aseguró que éstas constituyen una nueva fase del «combate contra el terrorismo» que cambiará las reglas de juego en la región.

«Estoy seguro de que los actores políticos dentro y fuera de Turquía son conscientes de que las ofensivas militares (del 23 y 24 de julio) determinan dos fases diferentes», dijo el premier tras enfatizar que «la presencia de una Turquía que utiliza su fuerza militar de manera efectiva traerá consecuencias» en su frontera sur, donde el grupo yihadista viene incrementando su presencia en los últimos meses.

Pese a que no se trata de un cambio de paradigma, matizó el premier, «queremos que todo el mundo lea y valore las nuevas condiciones creadas por nuestras operaciones (en Irak y Siria) y que revisen su posición conforme a las mismas».

Davutoglu aludió así a la ola de operaciones militares turcas lanzadas contra el EI en Siria, en represalia a sus ataques en Turquía de la semana pasada, y contra el PKK en Irak, así como a las redadas policiales simultáneas en Turquía en las que alrededor de 900 personas fueron arrestadas, sospechosas de tener vínculos con los yihadistas.

Estas operaciones sepultaron el alto el fuego declarado dos años atrás por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y amenazan con desatar una espiral de violencia alrededor de este conflicto que dejó un total de 45 mil muertos.

Por último, dijo que la postura de Turquía hacia las Unidades de Protección Popular (YPG), el ala juvenil del PKK que combate al Estado Islámico, «dependerá de su comportamiento. Hasta el momento no nos han molestado como el Estado Islámico o el PKK. Si lo hacen, reaccionaremos de la misma manera».

Esta doble ofensiva turca, sin embargo, sacudió la atmósfera política y le granjeó al Ejecutivo una ola de críticas, entre ellas la del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), que denunció que al gobierno por «estar llevando al país a la guerra civil para perpetuarse en el poder».

«Turquía se está hundiendo en las ciénagas de Medio Oriente por culpa de los graves errores de su política siria», aseguró el copresidente del HDP, Selahattin Demirtas, citado por los medios turcos.

El líder del HDP, cuarta fuerza política desde las elecciones del pasado 7 de junio, denunció los ataques aéreos contra la guerrilla del PKK, en el norte de Irak, paralelamente a los dirigidos contra el grupo yihadista Estado Islámico en el norte de Siria.

«Hemos visto cometer todo tipo de locuras para convertir al gobierno transitorio (el turco) en uno permanente, mediante el pánico», aseveró el político kurdo.

Demirtas dijo que la decisión de involucrarse en el norte de Siria y de «hacer saltar por los aires el proceso de paz» con el PKK no fue tomada por el Estado turco sino por el núcleo duro del AKP, el partido islamista en el poder desde 2002 que perdió la mayoría absoluta en junio pasado.

También el jefe de la oposición, el socialdemócrata Kemal Kilicdaroglu, acusó a Erdogan de «jugar con el futuro de Turquía» y al AKP de intentar hacer fracasar las negociaciones para formar gobierno y forzar la repetición de las elecciones y neutralizar así el éxito electoral del HDP, cuya reciente popularidad en sectores de la izquierda turca quedaría anulada por el reinicio de las hostilidades con la guerrilla.

Ayer, cazas de la aviación turca bombardearon por tercer día consecutivo las posiciones de PKK a ambos lados de la caliente frontera con Irak.

Tres F-16 hicieron nueve salidas durante la noche para bombardear las bases del PKK en las áreas iraquíes de Hakurk, Zap y Haftanin y en las montañas Cilo de la provincia turca de Yuksekova, según fuentes de la guerrilla kurda.

Las Unidades de Protección Popular (YPG), la milicia kurda que lucha en Siria contra el EI, denunciaron que la artillería turca también bombardeó sus posiciones e hirió a cuatro personas.

Davutoglu aseguró en una reunión ayer con los directores de los principales medios turcos que su país no atacaría a las milicias YPG, que apoyadas por combatientes de facciones rebeldes y la cobertura de los aviones de la coalición internacional, hoy arrebataron al EI el control de la localidad de Serrín, en el noreste de la provincia siria de Alepo y próxima a la frontera con Turquía, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.

En el plano internacional, la operación a dos puntas lanzada por Ankara también recibió críticas, entre ellas la del Gobierno alemán que mostró hoy de nuevo su desacuerdo con los ataques contra el PKK y consideró que ponen el peligro el proceso de paz iniciado entre ambas partes.

Así lo manifestó el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, en un comunicado que señala que Berlín comprende y apoya que Ankara se uniera a la lucha contra el EI mediante ataques aéreos, pero se distanció de los ataques contra el PKK, pues «harán aún más difícil una situación ya complicada».

El presidente Erdogan, en tanto, conversó telefónicamente con el presidente ruso Vladimir Putin, el presidente iraquí Fuad Masum, el Secretario General de la ONU Ban Ki Moon y el presidente del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker para informar sobre estas últimas operaciones militares transfronterizas, informó el diario local Hurriyet Daily News.

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