El reloj marcaba 29 minutos del primer tiempo y Newell’s perdía en Bella Vista 1-0 ante Talleres de Córdoba. Tras un corner desde la izquierda, la pelota llovió al área chica y Julieta Bastús le ganó la posición a su marca, se adelantó a la arquera, se elevó y de cabeza marcó el empate. El partido entre dos de los mejores equipos del torneo de fútbol femenino de la Primera B de AFA terminó 4-4. El gol fue elegido por la goleadora de la Lepra como el mejor de su vida, el «más especial».
Newell’s consiguió ascender a la máxima categoría del fútbol femenino argentino por muchas razones: fue de los mejores del torneo y terminó tercero en la tabla general de la Fase Ascenso, le ganó la final a Talleres de Córdoba de visitante, le convirtieron pocos goles, fue inteligente a la hora de plantear los partidos y si bien todas las jugadoras se destacaron, los goles de Julieta Bastús fueron claves.
Unas semanas después de conseguir el objetivo del ascenso, la delantera que cosechó 17 gritos y se convirtió en la goleadora rojinegra del 2023, y que además despunta el vicio de la música con una batería, dialogó con El Ciudadano.
La futbolista de 20 años, que está por comenzar el tercer año de Kinesiología, contó que el fútbol fue su primera opción a la hora de empezar a relacionarse con la actividad física: “Cuando éramos chiquitos, mis papás, a mi hermano y a mí, nos hicieron elegir un deporte. Mi hermano eligió el fútbol y yo medio que copiando elegí también”. Siguiendo los pasos del hermano, que le lleva tan sólo un año, Julieta se quedó con el fútbol y nunca más se fue. Algo similar pasó con la música y la batería. Junto con su hermano, y un grupo de amigos, Julieta tiene una banda de rock: Catar Di Nensis. “Si te cuesta, decí catar”.
El poder practicarlo fue complicado. Cuando comenzó, a “los 6 o 7 años”, no había muchos clubes y menos categorías de divisiones inferiores. Sus papás encontraron la escuelita del Complejo del Parque y ahí empezó a entrenar. Pero, llegó un momento en que con sus amigas querían “ampliar la cancha”. Se fueron a Provincial. Estuvo dos años, uno en sub 16 y el otro en Primera de Rosarina. Belén Raffaelli, también jugadora de la Lepra, fue quien la llevó al club del Parque Independencia. Y, como con el fútbol cuando tenía 6 años, también se quedó.
“Me hizo sentir muy cómoda Newell´s, las instalaciones, los profes, todo muy profesional. Se nota que lo hacían con el corazón. Al principio era un proyecto que recién arrancaba. Llegué en 2019, en 2018 habían arrancado con el proyecto”, contó Jula.
Después de cinco años desde el inicio del fútbol femenino, Newell ‘s consiguió posicionarse en el torneo local de Rosarina, conformar las divisiones inferiores, empezar a competir en los torneos nacionales y ahora, ascender a la máxima categoría. Sobre eso, dijo: “Era impensado, estaba muy lejos”.
¿Las claves para conseguir el objetivo de subir a la Primera? “Mucha unión, mucha manija, mucho compromiso”, afirmó la goleadora y “había que darle un final feliz”. Con final feliz se refiere al triunfo conseguido por la Lepra, tercero en la tabla general, en la final por el Reducido del Ascenso, partido que se jugó ante Talleres, el segundo de la tabla, en el estadio La Boutique.
“Talleres fue un gran rival, hay mucha pica, ganarles fue especial, por el clima que se generó en la cancha”, afirmó la delantera sobre el partido que terminó 2-0 a favor de la Lepra. “Estaba agradecida de estar viviendo ese partido. La gente que nos fue a alentar, era todo ideal, teníamos que ganar. Toda la semana previa, desde que nos enteramos que íbamos a jugar la final, lo vivimos intensamente”, confesó.
Además del compromiso y la unión, el plantel de Newell´s tuvo por sobre todo, profesionalismo. En el transcurso de la fase ascenso, el cuerpo técnico, que encaró desde el 2018 el proyecto del fútbol femenino leproso, en plena competencia y con buenas actuaciones, fue desplazado y reemplazado, de un día para el otro. En la cancha, los cambios no se notaron y reinó el profesionalismo de las jugadoras, aun siendo parte de una categoría amateur.
Ping Pong con la goleadora
¿Qué es Catar Di Nensis? “Es mi banda. Con unos amigos nos juntamos hace muchos años, como 5, tranqui. Yo toco la batería, me ayuda a descargar. La banda me desconecta, después de tanto fútbol, me viene bien ensayar, juntarme. Cada tanto tenemos fechas. Tocamos rock, uno de los chicos compone y si no, hacemos covers.
¿Qué te pasa cuando tocas la batería? Me siento más aliviada, me sirve para canalizar las energías o las malas energías por ese lado.
¿Cómo se complementan la batería y el fútbol? Los dos los hago desde que soy muy chica. Aprendí a manejar los nervios, saco de las dos cosas, eso comparto con la música y el fútbol, la batería me enseñó a no estar nerviosa antes de tocar, a confiar en lo que ensaye, confiar en el trabajo que hice.
¿Referentes? “Me gusta mucho el de Divididos (NdR: Catriel Ciavarella). Y en el fútbol, mi ídolo es Messi”.
¿Un gol del 2023? “Me gustó mucho haber hecho el 1-1 acá contra Talleres, el partido que empatamos 4-4. El 1-1 de cabeza, que fue una avivada y lo veníamos trabajando. Estuvo muy bueno y es especial, no sé si el más lindo”.
¿Cómo te imaginas el debut en el torneo semiprofesional? “Con mucha emoción porque venimos trabajando mucho tiempo. Espero estar rodeada de mi familia, que siempre estuvo, mis amigos, mis compañeras, estoy muy orgullosa y agradecida de estar en este equipo”.
Se viene el Clásico… “Es hermoso que el torneo sea cada vez más federal. El Clásico es un partido aparte, hace mucho que no juego uno, cuando jugaba en Rosarina era un partido aparte, se vivía distinto. Tenemos muchas ganas. Personalmente tengo muchas ganas de jugarlo”.
¿Mensaje para los y las hinchas de la Lepra? “A toda la gente le digo que se acerquen a apoyar. Necesitamos mucho de eso, los invitamos donde sea, ojalá en el Coloso, que vayan se acerquen. Es hermoso escuchar a la gente mientras estamos jugando”.
¿Un sueño? “Poder vivir del fútbol, antes me parecía muy lejano, ahora nos vamos acercando”.