El Mundo Central se ilusiona con el regreso en junio de Ángel Di María. Pero esa esperanza se va apagando de a poquito. Es que si bien el jugador nunca confirmó cuándo tiene pensado volver, hace unos meses existieron ciertos indicios que podía ser factible su retorno a Arroyito. Tampoco nunca dijo que su intención es no volver, pero la amenaza que recibió su familia a fines de marzo hizo que Fideo reviera la situación.
En las últimas horas surgió la noticia que Di María habría desistido regresar debido a la inseguridad constante que vive Rosario. También es cierto que Fideo, desde hace varios años, pasa las fiestas con su familia en la ciudad y jamás tuvo problemas.
“Mi cabeza está tranquila y si se tiene que dar, se dará”, decía a principios de abril el rosarino sobre un posible regreso al club que lo vio nacer.
Antes de fin de año su esposa, Jorgelina Cardoso, inscribió a sus hijas en una escuela de calle Wilde en el barrio de Fisherton, más que una señal de que la idea de la familia era pegarse la vuelta.
Incluso, autoridades de seguridad de la provincia tomaron nota de la intención del futbolista de regresar a Rosario. Tal fue así que hasta pensaron en ofrecerle un móvil blindado y un efectivo para que lo traslade desde su casa al entrenamiento y viceversa.
Lo próximo para Di María pasa por la Copa América que se jugará en junio en Estados Unidos. A fin de ese mes vence su vínculo con Benfica, que ya le puso una oferta de renovación en la mesa.
De todas maneras, la última decisión será del jugador con su familia. Di María expresó su sueño de retirarse en Central, pero no puso fecha. Sin embargo, la llama de esperanza de su regreso se va extinguiendo de a poco.