El FBI estadounidense clausuró ayer el más importante archivo y banco de intercambio de datos digital del mundo, Megaupload, y detuvo a cuatro directivos bajo la acusación de “fomentar la piratería”. La clausura se da en el marco del debate por la ley Sopa, que busca defender el derecho de propiedad intelectual y que aún no fue tratada en el Congreso norteamericano.
Megaupload es un servidor de internet que, a cambio de una cantidad de dinero o gratis a cambio de ver publicidad, permite guardar archivos de gran tamaño para que otros usuarios puedan descargarlos, según la prensa estadounidense.
En Megaupload se archivan millones de películas, series de TV, fotos, textos de todo tipo, filmaciones caseras y familiares, bases de datos, por lo que el golpe recibido por internet es durísimo.
Además de Megaupload, el FBI también clausuró empresas subsidiarias como Megaporn.com y Megavideo.com por el que se podían ver series de TV, películas convencionales y material porno de todo tipo.
Megaupload es muy utilizado en los foros musicales, de cine, estudiantiles y porno porque tiene buena capacidad y es muy fiable y pueden acceder gran cantidad de usuarios simultáneamente, cosa que si usaran un equipo doméstico no podrían.
Se llama descarga directa a dejar un archivo en un servidor para que otros lo puedan bajar, en oposición al uso de programas P2P que requieren que aquellas personas que quieren traspasarse archivos estén conectadas al mismo tiempo.
“Esta acción es una de las mayores vinculadas con derechos de autor en los EE.UU. y se dirige directamente a la utilización indebida del almacenamiento de contenido y distribución para cometer y facilitar crímenes contra la propiedad intelectual”, indicó el Departamento de Justicia norteamericano en un comunicado.
La medida de cierre afecta a dieciocho sitios afiliados, que también están ahora inaccesibles a causa de la acción de las autoridades de los EE.UU.
La acusación contra Megaupload es por “mantener una organización criminal internacional responsable por piratería masiva alrededor del mundo en contra de numerosos trabajos protegidos por propiedad intelectual a través de megaupload.com y otros sitios afiliados”.
Según el comunicado, esa actividad generó ingresos ilegales por más de 175 millones de dólares y causó pérdidas por más de 500 millones de dólares.
El Departamento de Justicia y el FBI iniciaron cargos contra Kim Dotcom, fundador de Megaupload; Finn Batato, jefe de marketing; Julius Bencko, diseñador gráfico; Sven Echternach, jefe de desarrollo de negocio; Mathias Ortmann, jefe técnico, cofundador y director, Andrus Nomm, programador y jefe de desarrollo de software, y Bram van der Kolk, programador.
Dotcom, Batato, Ortmann y van der Kolk fueron arrestados en Nueva Zelanda por la policía local a pedido de los EEUU, mientras que Bencko, Echternach y Nomm están prófugos.
Estos directivos enfrentan penas por hasta veinte años en prisión por crimen organizado, cinco por conspiración por cometer infracciones de copyright, veinte años por lavado de dinero y otros cinco por cargos vinculados con infringir propiedad intelectual.
El proyecto de ley Sopa es una iniciativa introducida enla Cámarade Representantes de Estados Unidos el pasado 26 de octubre por el republicano tejano Lamar S. Smith con objetivo de ampliar las capacidades de los propietarios de derechos intelectuales para supuestamente combatir el tráfico de contenidos en internet y productos protegidos por derechos de autor o por la propiedad intelectual.
El proyecto de ley tiene repercusiones gravísimas para la estructura actual de internet en todos sus sentidos ya que permite al Departamento de Justicia y a los propietarios de derechos intelectuales ir contra aquellas webs o servicios que permitan o faciliten la supuesta violación de los derechos de autor.
De ser aprobada, la ley permitiría el bloqueo por parte de los proveedores de internet a la web o servicio en cuestión, incluyendo hosting y les exige a las empresas facilitadoras de cobro en internet (como PayPal) congelar fondos y restringir el uso del servicio.
También reclama que los servicios de publicidad deben bloquear la web o servicio, eliminar enlaces a la web o servicio denunciado.
Además las penas propuestas por la ley son desproporcionadas, por ejemplo cinco años de prisión por cada diez canciones o películas descargadas dentro de los seis meses de su estreno.
Los defensores de internet que iniciaron una fortísima campaña en contra de la ley Sopa, aseguran que la iniciativa haría que “las redes de navegación anónimas se vuelvan ilegales, ya que el anonimato en internet es importantísimo para millones de personas en situaciones de peligro por parte de gobiernos totalitarios o dictaduras”.
También aseguran que esta iniciativa permite a los Estados espiar oficialmente las comunicaciones privadas de cada ciudadano para determinar si incumple la ley o no.
También haría que “sitios donde se incentiva el contenido generado por el usuario no podrían operar porque sería sumamente impráctico vigilar cada cosa publicada con el miedo de recibir una demanda desproporcionada pues la ley no distingue entre proveedor o usuario en estos casos”.