En menos de tres minutos, dos cuarentones armados ingresaron a una oficina del microcentro, redujeron a las tres personas que había adentro y sin ejercer mayor violencia que mostrar los caños de sus armas de fuego se retiraron de a pie con unos cien mil pesos en efectivo, según dijeron voceros de la investigación. El golpe ocurrió ayer por la mañana en la planta baja de un edificio de Corrientes al 700, donde funciona un estudio jurídico y una administración de consorcios. La Policía no descartaba que los ladrones hayan contado con un dato certero sobre el movimiento de dinero en efectivo en el lugar.
“Duró menos de tres minutos”, dijo un investigador del caso, quien describió la mecánica del robo: dos hombres de unos 40 años se anunciaron por el portero eléctrico e ingresaron al edificio sin ningún obstáculo. Una vez dentro de la oficina de la planta baja, desenfundaron sendas armas de fuego y redujeron a los presentes.
Según este portavoz de la pesquisa, en el lugar estaban una de las propietarias del estudio jurídico, la encargada de la administración y un cliente que esperaba ser atendido, al que los asaltantes terminaron despojando de 500 pesos.
“A punta de pistola, encerraron a los tres en el baño y ninguno fue lastimado”, agregó el investigador. Según los primeros datos recolectados en la pesquisa, el dinero se encontraba en el cajón de un escritorio de seguridad que no estaba cerrado con llave. “Estaban en pleno trabajo”, aclaró el vigilante, quien dijo que la suma denunciada rondaba los cien mil pesos en efectivo producto del cobro de alquileres y expensas recaudados por la administración, aunque en primera instancia había trascendido una suma mucho más alta.
Los ladrones actuaron a cara descubierta y las tres víctimas coincidieron en que la edad de ambos rondaba los 40 años, además de que uno de ellos tenía una venda en la cara. Tras hacerse con el jugoso botín, el dúo emprendió la retirada a pie, sin levantar sospechas. “Tomaron calle Corrientes hacia el norte, donde los esperaba un auto”, aclaró un pesquisa luego de comenzar a reconstruir la mecánica del golpe, quien dijo no tener, al menos hasta el cierre de esta edición, características del vehículo como marca, modelo o color. La misma fuente descartó la existencia de cámaras de vigilancia tanto en la oficina asaltada como en el interior del edificio.
Por su parte, las dos mujeres y el cliente permanecieron unos 15 minutos encerrados en el baño, hasta que llegó la Policía y los liberó. El robo ocurrió en jurisdicción de la seccional 2ª, cuyo personal –al igual que efectivos de la Policía de Investigaciones– colabora con la fiscal de Investigación y Juicio Raquel Almada, quien tiene a su cargo la pesquisa.
