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Golpeó a una trabajadora sexual, amenazó desde la cárcel a su ex y se escapó de la comisaría

Se trata de un hombre de 48 años que recientemente se hizo cargo de los hechos y fue condenado mediante un acuerdo abreviado a una pena de cumplimiento efectivo

Un hombre de 48 años fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por agredir a una trabajadora sexual, amenazar a otra víctima desde el penal y escaparse de la comisaría. El hecho ocurrió en la ciudad de Santa Fe entre el año 2022 y agosto de este año. Ahora en una audiencia de procedimiento abreviado el acusado aceptó su responsabilidad y fue condenado.

Se trata de Cristian Gastón Carpenzano. La fiscal Milagros Parodi contó que en marzo del año pasado el condenado golpeó con sus puños a una trabajadora sexual en una casa ubicada en Castañaduy al 6.800, “la víctima resultó herida en el rostro, una pierna y una rodilla”, refirió.

“Al día siguiente, Carpenzano se acercó en moto a la vivienda y, al ver que la mujer se había asomado por una ventana, la intimidó con un arma de fuego”, contó. Y agregó “realizó dos disparos al aire para infundir temor y se alejó del lugar”.

Un rato más tarde se lo vió con una pistola semiautomática en su poder, la fiscalía contó que el arma calibre 9 milímetros estaba cargada con 13 cartuchos, en condiciones de uso y no tenía autorización para portarla.

Amenazas por teléfono

Otro de los hechos que se le imputó tuvo como víctima a su ex pareja. La fiscal contó que entre marzo y agosto de este año este hombre amenazó a su ex y al hijo de ambos a través de llamadas y mensajes de texto a través de diversos teléfonos celulares al que accedió estando detenido en el establecimiento penitenciario Las Flores, ubicado en la capital provincial.

Fuga

El último hecho que le imputó la fiscal ocurrió cerca de las 19 del 12 de agosto cuando se escapó de la comisaría 10° ubicada en Lamadrid y Estanislao Zeballos, de Santa Fe.

Para fugarse de la dependencia “actuó de forma coordinada con otras cinco personas que estaban privadas de su libertad”, aclaró. “El condenado y sus acompañantes cortaron dos barrotes de una celda, rompieron un tejido y abandonaron la dependencia pública”, relató.

Tras un acuerdo entre la fiscalía y la defensa, el acusado consintió un convenio que incluyó una condena a 4 años y medio de cárcel por los delitos de lesiones leves dolosas agravadas por haberse cometido en un contexto de violencia de género, amenazas calificadas por el uso de arma, amenazas simples, portación ilegítima de arma de fuego de guerra agravada por registrar un antecedente penal por un delito doloso contra las personas cometido con armas y evasión.

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