El ciudadano uruguayo de 58 años hallado el domingo en la cordillera tras haber estado desaparecido desde hace cuatro meses fue requerido por la Justicia chilena por haber abandonado el país trasandino cuando pesaba sobre él una restricción fundada en una denuncia que lo señala como abusador de un menor de 8 años.
Así, en sólo veinticuatro horas, Raúl Fernando Gómez Cincunegui, protagonista de un milagro de sobrevivencia en el crudo invierno de la alta montaña, pasó de ser foco de la admiración pública a la categoría de prófugo de la justicia criminal.
Su hija Paula, que con otros familiares se encuentra en San Juan donde su padre es asistido del cuadro de desnutrición y deshidratación en que fue encontrado en un refugio a 4.500 metros de altura, declaró ayer que una denuncia por el mismo delito formulada en su país “por una tía con la que no teníamos buena relación” había quedado desestimada “hace mucho”.
Pero el requerimiento de las autoridades chilenas trae a la escena una nueva imputación por un hecho que habría ocurrido en su territorio, donde Gómez había llegado tras un viaje en moto que tuvo por escalas Mendoza y Bariloche y que lo había decidido a regresar a pie luego de que el vehículo se averiara.
Gómez sigue internado en un hospital de la ciudad de San Juan donde se repone de las penurias pasadas en la cordillera luego de que una patrulla de Gendarmería lo hallara impensadamente en el refugio Ingeniero Sardina, en el valle de Los Patos Sur, a 4.500 metros sobre el nivel del mar.
El hombre, de 58 años, sobrevivió al crudo invierno de la cordillera comiendo azúcar y pasas de uva que encontró en el refugio y lauchas que cazaba con una trampa improvisada, según relató.
Gómez, oriundo de la localidad de Bella Unión, sobre el río Uruguay y enfrente de la costa argentina de Corrientes, contó que se extravió luego de haber sido sorprendido por dos tormentas en su travesía
El 11 de mayo avisó a su familia en Uruguay que cruzaría a la Argentina a pie y que si el 18 no tenían noticias de él dieran aviso a las autoridades para que fueran en su búsqueda.
Cumplido ese plazo, y al no haber recibido novedades, sus familiares notificaron a Interpol del Uruguay, pero a la Argentina el pedido de búsqueda llegó recién el 29 de junio.
Para entonces ya habían comenzado las nevadas en la alta montaña y se estimó que hasta noviembre no podrían salir las patrullas de rescate.
Sin embargo el domingo pasado una dotación de Gendarmería que había salido en helicóptero para medir la profundidad de la nieve advirtió en su sobrevuelo que el refugio Ingeniero Sardina, tenía la puerta abierta, por lo que descendió en el lugar y halló a Gómez en precario estado de salud, desnutrido y deshidratado, por lo que fue internado en la ciudad de San Juan para su atención.
Hasta esa ciudad llegaron sus familiares en un avión enviado por el gobierno uruguayo para repatriarlo apenas sea posible.
Pero ahora se sabe que Gómez tenía prohibido abandonar Chile por orden del Quinto Juzgado de Garantía de la capital trasandina, tras una denuncia por abuso sexual de un menor de unos 8 años de edad.
La denuncia fue radicada el pasado 22 abril en la comuna de Cerro Navia, en la ciudad de Santiago.
La Justicia chilena había otorgado al hombre un plazo de 50 días para la investigación y le impuso las medidas cautelares de arraigo nacional, que impedían su salida del país, y también la prohibición de acercarse a la víctima.
Además, Gómez tenía que comparecer a un tribunal todas las semanas para firmar y dejar constancia que estaba a disposición de la Justicia.
Sobre el hombre pesaba una orden de detención desde el pasado 17 de julio, luego del incumplimiento de las medidas cautelares al no presentarse a una audiencia.
En lugar de acudir a ese trámite Gómez decidió emprender el regreso a pie a la Argentina por un paso clandestino, sin control fronterizo, ubicado en la localidad chilena de Petorca, a unos 170 kilómetros de la capital del vecino país.