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Google anunció tendido del cable óptico más largo, desde Estados Unidos a Las Toninas, en Argentina

Unirá la costa este de Estados Unidos con la ciudad balnearia bonaerense, a donde llegan otras conexiones informáticas. Permitirá una conectividad más rápida y confiable, pero también renueva el alerta sobre los efectos ambientales de este tipo de infraestructura submarina

Firmina es su nombre femenino. Será un cable submarino de fibra óptica singular, y el emporio informático Google ya lo está construyendo desde la costa este de los Estados Unidos hasta Las Toninas, Argentina, con escalas adicionales en Praia Grande, Brasil, y la uruguaya Punta del Este. la compañía destacó que será la conexión más larga del mundo capaz de funcionar con una sola fuente de energía en un extremo si sus otras alimentaciones no están disponibles temporalmente. El anuncio, que fue divulgado justo en el día en que la falla de un proveedor de internet dejó fuera de línea a gran cantidad de importantes portales en todo el mundo, destaca que apunta a fortalecer una conectividad confiable en la red de redes de la que todos dependen.

«El cable lleva el nombre de Maria Firmina dos Reis (1825-1917), una escritora y abolicionista brasileña cuya novela de 1859, Úrsula, describía la vida de los afrobrasileños bajo la esclavitud y es considerada la primera novelista de Brasil», informó el gigante tecnológico en su comunicado.

Las Toninas, el elegido


Las Toninas, en el Partido de la Costa bonaerense, es el lugar de llegada de los cables submarinos a la Argentina. Allí están las terminales del ​SAm-1, SAC (propiedad de la empresa Level3, luego adquirida por Century Link), el ​ Atlantis-2, el Bicentenario y el Unisur, que permiten la interconexión de toda la región con el resto del mundo a través de fibra óptica.​

La elección de Las Toninas para el amarre de cables submarinos se debe a que se encuentra en el Cabo San Antonio, el punto más oriental de la costa marítima argentina. Allí, el lecho marino carece de piedras y otros accidentes geográficos que podrían afectar la integridad de los tendidos. Y es la primera ciudad (en términos geográficos, de norte a sur) con esa condición de fondo marino.

Una terminal más al sur de las Toninas, aunque hay sitios con similares condiciones, implicaría agregar más cable y por consiguiente, costos. Y hacia el norte, está el Río de la Plata, con suelo barroso y gran tránsito de barcos impropios para el tendido y la seguridad de las conexiones.

De hecho, en Punta Rasa, un poco al norte de Las Toninas, está prohibida la pesca de «arrastre de fondo», modalidad riesgosa para los cables submarinos.

12 mil kilómetros y 12 pares de fibra óptica

Con 12 pares de fibra óptica, Firmina transportará el tráfico «de forma rápida y segura» entre América del Norte y América del Sur, brindando a los usuarios un acceso veloz y de baja latencia a los productos de Google como el buscador, Gmail y YouTube, y a los servicios de Google Cloud. Eso es lo que dice la compañía estadounidense.

“La llegada de Firmina potenciará la infraestructura de Google en la región, aportando más resiliencia a la red y mejorando la experiencia de nuestros usuarios y clientes. Estamos muy contentos de marcar un nuevo hito en términos de conectividad», señaló Cristian Ramos, gerente de Desarrollo de infraestructura de la tecnológica.

El emporio estadounidense confirmó que este año comenzarán las actividades de reconocimiento del lecho submarino. «Estimamos finalizar los trabajos para que el cable esté listo en 2023», prometieron desde la firma.

Firmina tendrá más de 12 mil kilómetros de extensión. En este tipo de cable submarino, los datos son transportados mediante modulación de luz en el interior de fibras ópticas. Para eso, es necesaria una corriente eléctrica de alto voltaje suministrada por estaciones con tomas a tierra en cada extremo: son las que alimentan amplificadores en el fondo marino que potencian las señales de luz cada 100 km de recorrido en promedio.

Para una máxima resistencia y protección contra fallas, sin embargo, lo ideal es que la fuente eléctrica en tierra pueda alimentar todo el recorrido del cable hasta que se restablezcan las operaciones normales.

Hasta ahora, fue imposible construir este tipo de fuentes energéticas en cables de mucha longitud. Firmina será el primero en conseguir el desafío.

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Mejor conectividad, pero… ¿y los efectos ambientales?

Un estudio científico expuesto en Twitter a partir de las dudas del especialista argentino Martín Becerra es el vaso medio vacío que equilibra el optimismo tecnológico lleno con el que los gigantes informáticos como Google anuncian sus expansiones de infraestructura y de poder en la virtualidad de las comunicaciones.

El estudio, publicado en 2018, recuerda que los cables de alimentación submarinos (SPC) se utilizan desde mediados del siglo XIX, y que hace pocos años comenzaron a surgir las preocupaciones ambientales sobre ellos.

La puesta en servicio del SPC, señala el texto, puede afectar temporal o permanentemente al medio marino a través del daño o la pérdida del hábitat, el ruido, la contaminación química, las emisiones de calor y los campos electromagnéticos. También menciona el riesgo de enredos, la introducción de sustratos artificiales y la creación de efectos de reserva.

Los datos y las investigaciones sobre potenciales efectos adversos son escasos, y persisten «las lagunas de conocimiento» sobre los mismos.

Estudio sobre los impactos del tendido de cables submarinos by https://www.elciudadanoweb.com/wp-content/uploads/2024/06/cuneo-libarona-1.jpg on Scribd

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