La Fiscalía antimafia romana reveló ayer una operación de fraude fiscal y lavado de dinero por valor de unos 2.500 millones de dólares y ordenó el arresto de 56 personas, entre ellas el senador Nicola Di Girolamo, del partido del primer ministro Silvio Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL).
Los cargos –iguales para los 56 investigados en Italia, Inglaterra, Panamá, Luxemburgo y otros paraísos fiscales– son por formar una banda destinada al lavado de dinero en negro obtenido a través de un complejo sistema de fraude fiscal, que causó daños al erario nacional italiano por 500 millones de dólares. Según la fiscalía, Di Girolamo –quien logró un escaño por el partido del primer ministro, Berlusconi, en un colegio electoral alemán y goza de inmunidad– está conectado con la poderosa mafia calabresa (ndrangheta) que se aseguró el triunfo electoral robando miles de papeletas electorales en blanco, que llenó con el nombre del senador.
La acusación sostiene que Di Girolamo sirvió a la organización mafiosa, debido a su capacidad para realizar sin control los movimientos trasnacionales del dinero en negro. El operativo, llamado “broker” salpicó también a varios directivos de una firma asociada a Telecom Italia, Sparkle, y de su competidora Fastweb, responsables de emitir facturas falsas relativas a servicios telefónicos y telemáticos inexistentes, vendidos en dos grandes operaciones comerciales. Los directivos evadieron el pago del IVA por 500 millones de dólares, según los investigadores, dinero que luego trasladaron al extranjero y reciclaron comprando casas, joyas y automóviles.
Los jueces romanos solicitaron la custodia judicial de las dos empresas involucradas, Telecom Italia Sparkle, filial al ciento por ciento de Telecom Italia y de Fastweb, cuyo mayor accionista es el operador suizo Swisscom, con el 82 por ciento.
Otro de los involucrados es Silvio Scaglia, fundador del grupo de telecomunicaciones Fastweb y la decimotercera fortuna de Italia, según la lista elaborada por la revista estadounidense Forbes. Silvio Scaglia, también ex consejero delegado de Omnitel, dijo en un comunicado desde Inglaterra que es “totalmente ajeno a los hechos denunciados”.
En tanto, la Justicia italiana afirmó que la investigación sobre el lavado de dinero ilegal destapada ayer es “una de las más colosales estafas en la historia nacional”, debido a “la excepcional entidad del daño provocado al Estado y la calidad de primarios operadores de bolsa y mercado de Fastweb y Telecom Italia Sparkle”. La defraudación al erario es por más de 500 millones de dólares y el monto total del lavado en torno de 2.500 millones de dólares.