Cientos de camiones permanecen a los costados de las rutas en las zonas de puertos del centro del país. La zona portuaria del Gran Rosario es una de las más afectadas. Se trata de transportistas de granos que mantienen por segundo día una protesta imposibilitando el ingreso de cereales y oleaginosas a las principales plantas procesadoras y puertos del país. Aún no hay señales para alcanzar una solución tras el fracaso del diálogo con el Gobierno en la jornada de ayer. La medida de fuerza es de fuerte un fuerte impacto porque se realiza en medio de la cosecha de maíz y cuando acaba de iniciarse la de soja.
La protesta comenzó en la madrugada del lunes en reclamo de un alza en la tarifa del transporte y, aunque la carga de los buques de granos se realizaba sin problemas gracias a las reservas de las empresas, en los próximos días podría afectar los embarques de uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos.
«Necesitamos una decisión política muy clara porque el transporte de granos está en emergencia. No nos pusimos de acuerdo (el lunes con el Gobierno) en los términos», explicó a Reuters Pablo Agolanti, vicepresidente de la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra). Además el sindicalista añadió que no hay prevista ninguna reunión para el martes con las autoridades nacionales.
El paro, que es por tiempo indeterminado, está golpeando a todos los puertos de granos del país donde operan las mayores multinacionales de alimentos, como Cargill, Bunge y Louis Dreyfus, entre otras. De acuerdo con la Bolsa de Comercio de Rosario, en la mañana del martes ingresaron al área de Rosario sólo 26 camiones, un 99 por ciento menos que en la jornada previa.
