Clericales, pseudocientíficos y misóginos. Así califican en las redes quienes están a favor de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo los argumentos de algunos de los senadoras y senadores que, pasadas las 17, luego de siete horas de discusión por el proyecto de ley de aborto legal, anunciaban su voto en contra. Tal como ocurrió con los diputados antiderechos en la Cámara baja, las exposiciones de dudosa argumentación se acumulaban para justificar la negativa al aborto seguro, legal y gratuito.
Por caso, las exposiciones de los senadores Esteban Bullrich, bonaerense de Cambiemos, y del peronista salteño Rodolfo Urtubey, provocaron el repudio de la militancia feminista por su arraigada impronta clerical y contraria al derecho a decidir de las mujeres, que por decenas de miles y embanderadas en el pañuelo verde concentran desde bien temprano fuera del Congreso, a la espera la aprobación del proyecto de aborto legal, pese al oscuro pronóstico a favor de la postura antiderechos.
• “¿Qué es la vida? Sin vida no existiría la lucha de género. La vida es un prerrequisito para todo”.
• “Tener convenciones es lo que nos diferencia a los seres humanos del resto de los mamíferos placentarios. Esas convenciones fueron las que nos llevaron a los seres humanos a resolver las disputas de diferente manera que los chimpancés, aunque somos un 90 por ciento similares”.
• “El aborto no va a ser menos trágico porque se haga en un quirófano. Va a ser igual de trágico y va a dejar el mismo dolor. Aspiremos a más. No me resigno a que el aborto es la única solución”.
Con argumentos de esa catadura, Bullrich justificó su voto en contra de la interrupción legal del embarazo.
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Para el senador salteño Julio Urtubey, hay “violación clásica” y otra que “no tiene esa configuración clásica de violencia sobre la mujer”.
• “Nos tenemos que poner a discutir cuáles son las causas, tenemos cuál es el límite, a qué se refiere, qué es el peligro a la vida. Eso está claro en su formulación. La violación está clara en su formulación, aunque habría que ver porque hay algunos casos en los que la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces es un acto no voluntario con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador», lanzó.
• En ese marco, habló del «abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia pero tampoco de consentimiento, sino de una subordinación, una sujeción».
• “Por eso, en este tema de las causas, sería sano avanzar en la cuestión de la ausencia de voluntariedad, entendido con cierta amplitud, que no es solamente la violación clásica», concluyó su dudosa exposición para anunciar el voto en contra.
• “No coincido personalmente con el aborto libre, discrecional y sin causas porque es una expresión de derecho absoluto y no creo que una sociedad civilizada pueda sostenerse en la existencia de un derecho absoluto», argumentó el salteño, como si la ley de interrupción de embarazo obligara a las mujeres a abortar.