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Grave denuncia de «Bebote» Alvarez

El líder de la barra brava de Independiente denunció que un grupo de personas lo atacaron por “meterse con Grondona” en una entrevista que brindó a un diario de Buenos Aires.

El líder de la «barra brava» de Independiente, Pablo «Bebote» Alvarez, también ex tesorero del nucleamiento Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) denunció ante la Justicia y la policía que fue agredido en la estación de servicio propiedad del titular de la AFA «por meterse con Julio Grondona”.

«Bebote», quien cuando partió hacia Sudáfrica lucía una careta que simulaba el rostro del ex presidente de la Nación, Néstor Kirchner, terminó internado en el hospital Fiorito con dos costillas rotas.

Después, denunció que lo habían atacado «en la estación de servicio de Grondona», dijo que fueron seis personas y que le dijeron «esto es por meterte con Julio».

En su denuncia involucró al playero que está encargado del lugar, situado en la avenida Mitre al 1.200 del partido de Avellaneda y que está a nombre de una sociedad anónima.

Alvarez tendrá que probar ante la Justicia que sus agresores le decían mientras lo castigaban: «Esto te pasa por dar notas en el diario con el de Huracán, mandando en cana a Grondona».

Se referirían a una nota publicada en el diario «Olé» del viernes pasado en la que «Bebote» y Emiliano Tagliarino, otro de los no admitidos en Sudáfrica, líder de la «barra» de Huracán, contaron que se habían reunido con barras de Arsenal en esa misma estación de servicio.

En la nota habían dicho: «Fueron mandados por un hijo de Grondona para infiltrarnos. Nos querían boicotear a nosotros pero no a los de Lomas (por la fracción de Lomas de Zamora de “La Doce”) que es la que arregló con la Selección».

La abogada de Alvarez, Débora Hambo, afirmó: «Esos sujetos le dijeron que fueron enviados por Grondona y que deje de hablar de él. Y tenemos testigos».

Otros testigos dijeron que algunos de los atacantes se identificaron como pertenecientes al sector de Hinchadas Unidas Argentinas.

Hasta el momento, se sabía que «Bebote» Alvarez había tenido problemas desde su función en HUA con gente de Atlético Tucumán, además de la hinchada de Boca.

Estos últimos habían pintado bajo los puentes de Ezeiza, la noche antes de que llegara de regreso a la Argentina: «Bebote, comprate un plasma».

Era una respuesta a las banderas con leyendas agraviantes y desafiantes dedicadas al «Jugador Número Doce» que la hinchada de Independiente había colgado en el último partido entre los equipos de ambas instituciones, disputado en Avellaneda.

Tagliarino en la nota había declarado que en Sudáfrica los esperaron con una lista en la que figuraban «todas las cabezas del grupo» y lo adjudicó a las caretas que se colocaron durante la partida.

«Les tocamos el culo a todos. A la Policía no le conviene que nos juntemos porque se le cae el negocio de venir a pedirnos plata los días de partido para no reventarnos los micros. Entonces nos mandaron de vuelta a las cabezas para que allá se pudra todo y así tener más presupuesto y chance de apretarnos acá», señaló.

Añadió: «Después dicen que teníamos banca, yo no tengo antecedentes y ahora soy peligroso. Los que tienen banca son los que viajaron en el avión de la Selección. A ellos no los deportan, porque están con el cuerpo técnico y Bilardo».

Tagliarino también especificó que el dirigente Marcelo Mallo les dijo que pusieran banderas con el pingüino y después el Gobierno les daba todo pero llegó a la conclusión de que fue «usado».

«Nos dijo que Aníbal Fernández no se metería con nosotros y mirá cómo terminamos. Encima nos infiltraron la ONG con la barra de Arsenal», denunció Tagliarino entre otras cosas.