Desborde y caos. Graves incidentes ocurrieron anoche en la planta de la cerealera Dreyfus, que involucraron, según trascendió, a camioneros que esperaban turno para descarga. Al cierre de esta edición no estaba claro cómo y en qué momento comenzaron a escalar en violencia las protestas de los trabajadores frente a las demoras, pero lo cierto es que pasadas las 21 la administración de la firma estaba totalmente en llamas y la planta rodeada de móviles de la Policía mientras seguían llegando dotaciones de Bomberos. Para entonces ya habían sido incendiados un vehículo utilitario de la empresa Prosegur y al menos una decena de autos particulares del medio centenar de trabajadores de la multinacional que estaban en ese momento cumpliendo turno laboral.
También móviles policiales resultaron dañados y efectivos de Bomberos que acudieron a atender la emergencia fueron recibidos a golpes, en una batahola que sólo se apaciguó con la intervención de tropas de Gendarmería Nacional, pasadas las 21.30.
“Se les terminó la paciencia”, graficó en referencia a los camioneros un miembro del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros que estaba en el lugar. Según explicó la fuente gremial, la compañía Louis Dreyfus Commodities resolvió elevar el cupo de camiones para descarga más allá de la capacidad efectiva de hacerlo, con lo cual anoche se habían acumulado cerca de un millar y medio de camiones en boca de planta. “Si la empresa tomara mil camiones estaría bien; pero está tomando 1.300”, describió la fuente.
En ese marco, según relató, la espera se fue tornando insoportable: “Primero empezaron cuatro o cinco camioneros a agitar. Después eran diez, veinte. Y después se armó”, refirió con gráfica exactitud.
Según trascendió, los desbordes dividieron al más de un millar de enojados camioneros entre centenares que permanecían al margen y decenas que agregaron fuego y piedras al reclamo. Ante el agravamiento de la situación, los trabajadores de Dreyfus que estaban cumpliendo la jornada abandonaron las instalaciones que habían sido tomadas por las llamas y se refugiaron en el interior de la planta y donde funciona la terminal portuaria.
Para entonces, el propio jefe de la Unidad Regional II, Miguel Ángel Oliva, viajaba a toda velocidad hacia General Lagos para coordinar el operativo, en tanto que Gendarmería ya había recibido la orden de desplegarse en el lugar.
“Esto no es nuevo. Lo mismo pasó hace tiempo en la Aceitera Santa Clara y la semana pasada también en Dreyfus. Pero no estaban tan sacados como ahora. Y esto pasó por la inoperancia del sector de Logística de la planta, que metió a más camiones que los que se pueden descargar”, concluyó la fuente del gremio aceitero.
Hasta anoche no había ningún comunicado oficial de Dreyfus por la situación, pero un portal especializado en comercio cerealero advertía a través de la red Twitter que habían sido suspendidos todos los cupos de descarga, por lo que pedían a transportistas no enviar camiones a la planta de General Lagos.