Los guardacostas griegos impidieron ayer, por segundo día consecutivo, que los barcos de la Libertad II, la flotilla humanitaria para Gaza, zarparan de sus puertos. Además, las autoridades arrestaron al capitán de la flotilla. En tanto, Jane Hirschman, uno de los organizadores de la ayuda, aseguró que la detención es una maniobra política porque no hay nada ilegal en la misión. “Ha sido orquestado por el gobierno israelí y probablemente por el gobierno de los Estados Unidos”, expresó, y agregó que se les está impidiendo la partida con toda clase de asuntos administrativos y boicots.
El ministerio de protección civil griego confirmó ayer que su prohibición de zarpar “bajo bandera griega o extranjera de los puertos griegos con destino a la zona marítima de Gaza” sigue en vigor “hasta nueva orden”.
La organización Ship to Gaza afirmó que el primer ministro griego Giorgos Papandreou vendió “el alma de Grecia” al permitir que las “aguas territoriales israelíes” lleguen hasta sus costas. Entre los activistas que participan de la misión también hay organizaciones judías que desean romper el bloqueo de Israel a Gaza como la agrupación “¡Los judíos dicen no!”.
Entretanto, los organizadores de la flotilla debatían si enviar los cuatro barcos que estaban en aguas internacionales con destino a Gaza.
Los militantes acusaron a los servicios secretos israelíes de hacer fracasar su misión mediante acosos, golpes bajos, sabotajes o trabas burocráticas.
Solamente cuatro de los diez barcos inicialmente previstos seguían en el mar este sábado: Gemika (España), Tahrir (Canadá), así como Dignité Al Karama y Louise Michel, ambos de Francia.
El barco estadounidense Audacity of Hope (La Audacia de la Esperanza) había intentado zarpar pero fue rápidamente interceptado anteayer por un guardacostas, con un grupo de intervención de seis hombres armados y enmascarados.
El capitán estadounidense John Klusmer fue detenido y debe presentarse ante un tribunal mañana. Los demás fueron liberados pero “eligieron quedarse en el barco en solidaridad con el capitán, y como muestra de desconfianza hacia las autoridades griegas”, indicó un portavoz.
Los organizadores de la flotilla, furiosos, acusaron a Grecia de complicidad, y aseguraron que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu había agradecido a los líderes griegos y del resto del mundo por su oposición a la “flotilla provocadora”.
El movimiento palestino Hamas, en el poder en Gaza, condenó la interceptación por parte de Grecia y pidió al parlamento europeo y a las organizaciones de derechos humanos “que presionen al gobierno griego” y permitan a la flotilla hacerse a la mar.