Los gremios que conforman la Intersindical de Radio Nacional convocaron a una asamblea para hoy lunes 8 de enero y se declararon en alerta ante las versiones de despidos masivos en las radios públicas. Según los trascendidos, cerca de 500 contratos fueron dados de baja, entre los que se encuentran figuras de extensa trayectoria en la actividad.
Mediante un comunicado conjunto SiPreBA y ATRANA, entidades gremiales que conforman la intersindical de Radio Nacional, informaron que han pedido explicaciones al vicepresidente del Directorio a cargo de la Presidencia de Radio y Televisión Argentina (RTA), Javier Monte, a quien le ratificaron el reclamo de continuidad laboral de los trabajadores de la radio pública.
La intersindical remarcó a su vez el carácter federal de Radio Nacional, “los trabajadores garantizamos la soberanía informativa en cada rincón de la Argentina y defendemos que en cada una de las radios se emitan contenidos locales”, sostiene el comunicado.
A su vez, los gremios señalaron que los contenidos de Radio Nacional, “son producidos en buena parte por quienes sufren la precarización laboral desde hace años, con salarios que en muchos casos no alcanzan o apenas superan los 100 mil pesos”, apunta el documento. En la misma sintonía en el artículo 23 del DNU se estableció que se elimina la presunción de existencia de contrato de trabajo cuando se emiten facturas como “monotributistas”, legalizando esta forma de precarización laboral. Es decir, se despide gente con contratos precarizados y se duplica la apuesta para cualquiera que pueda ocupar cargos similares.
El gobierno decidió dar de baja a cerca de 500 contratos de las 49 emisoras públicas, luego de dar por concluida la mayor parte de la grilla heredará de la administración anterior a cargo de Rosario Lufrano.
Acallar todas las voces
También los medios públicos están en la mira del gobierno de Milei para demostrar ante propio el electorado que están cumpliendo con el achique del Estado como se propuso en la plataforma electoral, pero en realidad es parte del plan sistemático para desguazar los bienes estatales y acallar todas aquellas voces que pongan en juicio los actos del actual ejecutivo, que no cejará en destruir todo lo que se oponga al duro golpe a las condiciones de vida de la mayor parte de la población que está perpetrando
Del mismo modo, es inadmisible que no haya medios que se ocupen de informar o dar cuenta de aspectos que son o poco rentables o no lo son para nada a la hora de conocer cuestiones que hacen a las expresiones culturales nativas de las distintas regiones del país. Lo que no produce dinero debe ser abolido, según rezan los preceptos de los que se vanagloria el economista al servicio de las corporaciones que hoy ocupa el sillón de Rivadavia.
Más allá de los juicios de valores que pudieran hacerse sobre la calidad artística o contenidos de las propuestas de la amplia red de Radio Nacional, todo lo que allí se ofrece cuenta con algún tipo de atractivo, y se apela fundamentalmente a dar a conocer lo que de otro modo quedaría en el anonimato. La reducción de personal, se sabe, es el primer escalón para luego ofrecer los medios públicos, en especial el espacio radial, para que empresas privadas lo ocupen con objetivos que solo responden a sus intereses corporativos.
Entre los despidos se encuentran figuras de gran renombre y trayectoria como Víctor Hugo Morales, Sandra Russo, Mex Urtizberea, Alejandro Apo, Darío Villarruel y Horacio Embón, quién aún continúa desempeñándose en la Televisión Pública, entre otros. Queda claro que se trata de voces nada complacientes con los objetivos que figuran en los mamotretos del decreto de necesidad y urgencia y el proyecto de Ley Ómnibus, que no ocultan el propósito de desarticulación social y de beneficiar a sectores específicos.