Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato que conduce la CGT, estimó este lunes en Rosario que “el paro (de la central obrera programado para el jueves 6) tendrá una alta adhesión en todo el país, no sólo en las grandes ciudades, porque «se vive un malestar general entre la sociedad argentina”. El dirigente, secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento, estuvo en la sede local de la UOM, donde a la vez rechazó cuestionamientos a la central obrera por una supuesta condescendencia con el gobierno nacional.
“Es el momento justo para hacer un paro general. El gobierno todavía no le encuentra el agujero al mate, porque los famosos brotes verdes no llegan y, mientras tanto, están sentados en el lomo del pueblo trabajador”, expresó el referente cegetista. Y sobre la supuesta “paciencia” de la CGT para con la gestión de Cambiemos, aclaró: “Es un secreto a gritos que el consenso de esta medida de fuerza no la teníamos el año anterior. En la medida que no aparezcan soluciones, va a seguir aumentando la conflictividad”.
Schmid arribó a Rosario para coordinar la protesta de este jueves, que –reiteró– será sin movilización, al menos convocada por la confederación obrera. De hecho, gremios nucleados en el Movimiento Sindical Rosarino, como La Bancaria, Luz y Fuerza, Sutracovi y Sitratel, entre otros, adelantaron que sí realizarán movilizaciones.
Del encuentro en la sede de la UOM, además de los anfitriones, participaron representantes de los gremios de Municipales, Ceramistas, Plásticos, Obras Sanitarias, Dragado y Balizamiento, Recolectores de Residuos, Portuarios (SUPA), Personal de Junta nacional de Granos, Calzado, Patrones de Barco, Garagistas (estaciones de servicio), Smata , Encargados de Edificio (SuteryH), Trabajadores de Pami (Norte) y Unión Ferroviaria, entre otros.
Acompañamiento en el cordón industrial
El secretario general de la UOM, Antonio Donello, confió en que, aunque “no habrá movilización ni acto oficial, (el paro) tendrá un alto grado de acatamiento”. Y sobre por qué la medida de fuerza no estará acompañada por marchas y concentraciones, explicó: “Esto lo vimos durante los 90 y el movimiento obrero no dejará que se repita esa película. No queremos voltear a este gobierno, todo lo contrario: organizamos a la gente para que no salga sola a la calle, porque eso sería incontrolable”.
Por su parte, secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento local, Edgardo Arrieta, agregó: “Lamentablemente, a casi un año y medio de gobierno, los trabajadores sufrimos este modelo económico que como bien sabemos nos deja diariamente sin fuentes de trabajo, y pérdidas del poder de compra del salario por efecto de una inflación alta y sostenida”
Oscar Barrionuevo, secretario general del Sindicato de Obras Sanitarias, puso sobre el tapete, justamente, una de las medidas de la Casa Rosada que atentan contra los puestos de trabajo: “El ingreso de mercadería e insumos importados golpea los sectores industriales y quieren hacernos creer que con contener los salarios y bajar los costos laborales se detendrá la inflación”.
Marcelo Andrada, del Sindicato de Recolectores de Santa Fe, resumió los motivos de la protesta nacional: “Basta de despidos y suspensiones, ajustes de tarifas en combustibles, gas, electricidad, transporte público, medicamentos”. Y reclamó un “programa industrial para el desarrollo estratégico”.
En la misma línea, Antonio Ratner, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, juzgó imperiosa la definición de “una política comercial que impida el ingreso de productos e insumos con dumping social y económico”. E insistió en la necesidad de “una economía orientada hacía el crecimiento del empleo y poder de compra de los asalariados, jubilaciones, pensiones y beneficios sociales”.
José Aguirre, integrante del Sindicato de Ceramistas añadió: “Este plan de lucha es por crecimiento del salario, por la salud, la educación, en defensa de los convenios colectivos y de la industria nacional”.
“Apoyamos el paro nacional por la cultura del trabajo, el desarrollo industrial y la dignidad de todos los trabajadores”, concluyó Marcelo Barros, secretario general del Smata Rosario.
Así se clausuró una jornada donde quedó clara la adhesión de sindicatos locales y del cordón industrial al paro de 24 horas del 6 de abril, que cuenta con al apoyo de todos los gremios del transporte a escala nacional.
Macri habló de mafias y hechó nafta al fuego
A tres días del paro nacional de la CGT, el presidente Mauricio Macri afirmó este lunes que buscará «combatir» y «sacarle poder» a los «sectores con comportamientos mafiosos», al tiempo que advirtió que la medida de fuerza sindical tendrá un costo de «más de 15 mil millones de pesos» parea la economía del país.
«Hay comportamientos mafiosos en sindicatos, empresas, política, y Justicia. Son minoría, pero hay que combatirlos. Nadie se puede creer el dueño de nuestro país, poniendo palos en la rueda sistemáticamente», subrayó Macri. Fue al lanzar en Casa Rosada el Acuerdo Federal por la Construcción, tendiente a reactivar el sector y que contó con la presencia de los titulares de los gremios de la construcción (Uocra), Gerardo Martínez, y de Obras Sanitarias, el José Luis Lingeri.
Tras afirmar que «respeta” la decisión de los sindicalistas de hacer un paro, pero no la “entiende” porque “el paro no ayuda en nada», y de convocar al diálogo, el jefe del Estado avanzó en la confrontación: «Voy a dar esa batalla y le vamos a sacar el poder a cada uno de esos mafiosos».
Los dichos del presidente generaron una rápida respuesta de los integrantes del triunvirato de la CGT Juan Carlos Schmid (desde Rosario) y Carlos Acuña, que rechazaron esas afirmaciones y coincidieron en que el paro del jueves será masivo.
«El presidente ha estado involucrado en escándalos que salpican a su gobierno y que no han dejado en claro el entramado de negocios detrás del Poder Ejecutivo», remarcó Schmid tras la advertencia oficial.