Docentes de todo el país marcharon este miércoles hacia la Plaza de Mayo, en Buenos Aires, para denunciar el “desfinanciamiento educativo” por parte del gobierno nacional. La marcha fue en el marco del paro de 72 horas convocado por la Ctera, que se replicó en 17 de las 24 provincias del país.
El ciclo lectivo 2019 empezó con normalidad solamente en la ciudad de Buenos Aires y en seis provincias –Neuquén, Misiones, Mendoza, Chubut, Tucumán y Santiago del Estero–, donde los gobiernos locales lograron acuerdos salariales con los sindicatos. En el resto del país hay medidas de fuerza de 48 horas –miércoles y jueves– a las que se suma la adhesión gremial al Paro de Mujeres previsto para el viernes 8.
Durante la movilización liderada por la Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), los docentes reclamaron la convocatoria a paritarias por parte del gobierno nacional y denunciaron el “desfinanciamiento” de la educación pública. En esa línea, acusaron al presidente Mauricio Macri de asumir una actitud de “patrón de estancia”.
“Desde el gobierno hablan como ángeles y gobiernan como demonios”, describió la secretaria general de Ctera y de Amsafé provincial, Sonia Alesso. A la cuestión salarial, la dirigente gremial sumó las mañas condiciones edilicias de las escuelas y la eliminación de becas y de programas para los sectores populares, al tiempo que habló de un intento de “mercantilizar la educación” por parte del gobierno de Cambiemos. “Han eliminado por decreto la paritaria docente, llevando a las escuelas de todo el país a situaciones muy difíciles”, sostuvo Alesso. “Nos sacaron las becas para nuestros pibes, chicos y chicas de sectores populares ya no van a la universidad, ni al terciario, ni al secundario”.
La líder de Ctera prosiguió: “Las maestras y los maestros reclamamos toda la vida por condiciones dignas para enseñar y aprender. Nos quieren calladas, nos quieren sumisas, quieren que repitamos el discurso de la derecha. Para ellos la escuela está en crisis, pero son ellos lo que quieren mercantilizar la educación y hacen convenios con ONGs para nuestra capacitación”.
Docentes empobrecidos
Según Ctera, el salario promedio de los docentes argentinos está es de 20.500 pesos en bruto, es decir, sin descuentos jubilatorios y otros impuestos. De allí se desprende que el 70% de los docentes del país son pobres, ya que cobran menos de 26.442,92 pesos, que es lo que costó en enero la canasta básica.
La mayoría de las provincias hicieron propuestas a los gremios que contemplan la “cláusula gatillo”, por la cual los salarios se actualizan de acuerdo al índice de inflación, pero sin aumentos porcentuales de arranque. Esas ofertas fueron rechazadas por los docentes en 17 provincias, incluida Santa Fe.
El paro docente tiene por objeto lograr una propuesta superadora de parte de los gobernadores para paliar la pérdida del poder adquisitivo provocada por el aumento de la inflación y, en particular, de la canasta básica, que viene subiendo por encima de los índices promedio.
Los otros gremios
El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) se sumó al paro para exigir “la urgente convocatoria a la paritaria federal docente” y “la actualización del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), que se encuentra congelado desde 2016”.
Asimismo, el gremio que agrupa a los docentes universitarios (Conadu) marchó a la Plaza de Mayo para sumarse a los reclamos. “No nos van a doblegar, vamos a seguir avanzando porque el derecho a la educación no se vende ni se entrega. El salario docente y la dignidad del trabajo no están en discusión y por eso seguiremos peleando”, señaló Carlos De Feo, líder de Conadu.
La posición del gobierno
Aunque hubo medidas de fuerza en 17 provincias, el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, sostuvo que el paro tuvo una “baja adhesión”. El funcionario nacional resaltó que “para un argentino que defiende la educación pública, es doloroso hasta que un solo chico se haya quedado sin clases”, por lo cual llamó a los docentes “a la reflexión y a pensar que hay que volver a negociar priorizando que los chicos estén en el aula”.