Por Adolfo Rocasalbas / Télam
La política de negociaciones paritarias continúa su marcha y se afianzó luego de que la CGT ratificara esa estrategia de recomposición salarial más allá de la posibilidad de recibir sumas fijas o un bono no remunerativo para compensar el proceso inflacionario, aunque desde la central obrera reclaman al Gobierno que dé «una clara señal a los empresarios para que bajen los precios».
El consejo directivo de la CGT señaló en varias oportunidades la necesidad «innegociable» de reabrir paritarias «las veces que haga falta», aunque no rechaza la posibilidad de recibir otros beneficios para paliar los índices inflacionarios.
Durante septiembre, decenas de entidades sindicales recompusieron salarios y en todos los casos plantearon que promoverán revisiones de los acuerdos, un escenario que en la última semana sumó un antecedente que puede influir sobre el resto con la negociación llevada adelante por el Sindicato Único del Neumático Argentino (Sutna).
Todas las fuentes consultadas coincidieron en que el Sutna, que conduce Alejandro Crespo, fue «por lejos el que mejor paritaria cerró», y más allá de matices sobre la estrategia y metodología aplicadas, los voceros sindicales destacaron «lo obtenido» por los trabajadores del neumático en la paritaria 2021-2022 y que «para 2023 ya pactaron un 10% por arriba de la inflación».
En lo que respecta a la paritaria 2021/2022, el Sutna cerró a las 4.10 del viernes una mejora del 16% para el quinto tramo de la revisión salarial, lo que totalizó un incremento en cuotas del 66% para todo el período, pero con el adicional de una «gratificación extraordinaria por única vez» de 100.000 pesos brutos que las empresas Bridgestone, Fate y Pirelli pagarán la próxima quincena, y que el gremio festejó en una asamblea.
Para la paritaria 2022/2023 iniciada en julio, el Sutna y el sector empresario acordaron un 25% a partir de ese mes, otro 16% desde octubre, un 10% en diciembre, un 12% en febrero de 2023 y otro 10% desde julio del año próximo: este resultado, convalidado por el ministerio de Trabajo, permitió retomar el abastecimiento y la producción en las fábricas, que estaban bloqueadas y paralizadas.
«La paritaria lograda por el Sutna fue la mejor hasta ahora, lo que es indudable», evaluaron desde distintos sectores del movimiento obrero, y también coincidieron en que la segunda paritaria en importancia fue la obtenida por la Asociación Bancaria (AB), de Sergio Palazzo, que acordó con el BCRA y las cuatro cámaras empresarias del sector una mejora del 94,1% en 4 tramos.
A partir del acuerdo en 94,1%, que incluye todos los adicionales de convenio, los trabajadores bancarios pasarán a tener un salario inicial que desde septiembre será de alrededor de 202.000 pesos y que irá actualizándose para ser de 214.000 en octubre, de 226.000 en noviembre y de 237.000 en diciembre de este año.
Además, en lo que ya es una política tradicional del gremio, los trabajadores percibirán un bono inicial de 185.500 pesos por el Día del Bancario -que se celebra cada 6 de noviembre y es no laborable por convenio- mientras que para diciembre se convino con las asociaciones de bancos nacionales, públicos y extranjeros una nueva revisión del acuerdo salarial.
Con los antecedentes de Sutna y La Bancaria en el radar, voceros gremiales de un vasto sector del movimiento obrero señalaron a Télam que «se impone de forma definitiva un gesto de autoridad por parte del Gobierno para que los empresarios frenen el alza indiscriminada de los precios de los productos alimenticios» porque, advirtieron, «de lo contrario se negociarán salarios casi todos los meses».
El extenso conflicto del neumático no diluyó empero el acuerdo paritario de los gremios estatales ATE y UPCN, que habían convenido una mejora anual del 60% en 5 tramos -de los cuales ya se abonaron dos- y ahora lograron adelantar el 10% de enero a noviembre próximo y percibir junto con el aguinaldo, en los días previos a las fiestas navideñas, una suma fija y no remunerativa, por única vez, de 30.000 pesos.
La UPCN, de Andrés Rodríguez, se mostró «conforme» con el acuerdo, ya que habrá nueva revisión de esa paritaria en enero próximo -aun cuando restará percibir otro 10% por el último tramo de mejora en marzo, el que podría ser adelantado-, y ATE, de Hugo «Cachorro» Godoy, aceptó la propuesta oficial aunque sostuvo que «es del todo insuficiente».
En cuanto al futuro inmediato, dos negociaciones encuadradas en el convenio colectivo amenazan con derivar en conflictos y paralización de actividades, ya que hace pocos días iniciaron gestiones para actualizar salarios los gremios aceiteros y, en breve, lo hará el sindicato camionero que conducen Hugo y Pablo Moyano.
Pablo Moyano, adjunto del gremio y cotitular de la CGT, advirtió el jueves último que su organización reclamará a las cámaras más de un 100% de aumento salarial, y adelantó que de no haber acuerdo «el lío que armarán los camioneros será tan grande que el conflicto de los trabajadores del neumático va a ser un poroto».
Esas dos paritarias suelen comenzar trabadas y solo logran llegar a buen puerto luego de variadas medidas de fuerza, según demuestra la historia reciente.
La negociación de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (Ftciodyara), en alianza con el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) de San Lorenzo, por un lado, y la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), por otro, promete arduas negociaciones porque los gremios reclaman una mejora sobre la base conceptual del actual ingreso mínimo, vital y móvil.
Además, los aceiteros exigen analizar el Impuesto a las Ganancias porque impacta de forma agresiva en las categorías superiores.
En cuanto al sector de la carne, semanas atrás la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y Derivados convino una recomposición interanual del 85% correspondiente al período abril 2022-marzo 2023 para el personal del convenio colectivo 56/75, y dejó el espacio abierto para una nueva revisión.
Para llegar al acuerdo, el gremio y las patronales adelantaron el 50% de diciembre a noviembre y sumaron una recomposición de los haberes del 60% para enero, del 70% en febrero y del 80% en marzo, acumulando así el 85% interanual.
Otra negociación que marca rumbos fue la de los cinco gremios docentes con representación nacional -Sadop, AMET, CEA, UDA y Ctera-, cuyos representantes paritarios cerraron con la cartera educativa una revisión del piso salarial que establecerá el salario mínimo de un docente en 70.000 pesos a partir del 1° de septiembre, de 75.000 desde noviembre y de 77.137 en diciembre; además, consensuaron cláusula de monitoreo y revisión.
El ministerio de Educación propuso además analizar el acuerdo en noviembre y otorgar una suma de 5.634 pesos desde septiembre por adicional por «material didáctico y conectividad» y de 6.173 pesos desde diciembre próximo, además de abrir, desde octubre, la Comisión Negociadora sobre el Convenio Marco Docente.
En una actividad clave de la industria, el sector del acero y el laminado metalúrgico, la UOM que encabeza Abel Furlán convino con las empresas el pago inmediato del tramo del 12% retroactivo a agosto que se aplicará sobre los salarios básicos de marzo 2022, y además acordó aumentos del 20% en octubre y noviembre de este año para los operarios de la rama siderúrgica incluidos en el convenio colectivo de trabajo 260/75.
Ese sector de los metalúrgicos cobrará otro incremento del 20%, esta vez dividido en dos tramos del 10%, en octubre y noviembre próximos, mientras que la Uocra de Gerardo Martínez cerró una mejora del 14% en tres tramos, que se sumará al 62% ya obtenido, en el marco de un adelantamiento de la revisión convencional.
«Ello totalizará una mejora anual de los ingresos del 76%. A los tramos ya convenidos para septiembre, octubre y noviembre, de un 8% cada uno, se sumará ahora otro 5% en los dos primeros meses y un 4% en noviembre, y habrá nueva revisión ese mes», detalló el secretario general de la UOCRA.
Por último, la Unión de Recibidores de Granos y Anexos (Urgara) acordó para el personal de puertos privados un aumento salarial del 70% durante ocho meses, con revisión en marzo próximo para las tres ramas de la actividad, según detalló el jefe del gremio, Pablo Palacio.