Un hombre de 30 años fue ejecutado de un disparo en la cabeza y un joven de 22 quedó internado en grave estado tras recibir dos disparos este viernes cerca de las 18 al protagonizar una discusión con su atacante, en calle 1704 entre Uriarte y Ouvrard de barrio San Cayetano. Voceros judiciales indicaron que el autor está identificado y se mantenía prófugo de la justicia. Allegados a las víctimas prendieron fuego la vivienda del sospechoso.
Según fuentes policiales y judiciales, ayer alrededor de las 18 se produjo una gresca entre grupo de vecinos en la cuadra de calle 1704 a la altura del 2800 (en la zona de Rivarola al 7900), jurisdicción de la comisaría 32ª. Uno de los presentes decidió terminar con los forcejeos y las discusiones cuando sacó un arma de fuego de entre sus ropas y abrió fuego.
Emiliano Villalba, de 30 años, recibió un disparo en el cráneo y falleció en el acto mientras que Alejandro G., de 22, terminó herido con dos impactos en el abdomen y fue trasladado de urgencia al Heca. Los médicos indicaron que el estado de salud del joven era grave.
Voceros judiciales informaron que un grupo de vecinos se dirigió a una vivienda de la zona, la cual sindicaron como el domicilio del autor del ataque y la prendieron fuego. Personal de Bomberos Zapadores apagó el incendio y señaló que no hubo heridos, sólo se registraron daños materiales.
Sobre el hecho, al cierre de esta edición, había muchas versiones: en un primer momento algunas fuentes indicaron que el atacante intentó asaltar a las víctimas. Con el correr de las horas esta versión se fue diluyendo y surgió que el móvil fue una deuda de dinero entre las víctimas y el agresor, la cual ya había ocasionado otros cruces que terminaron a los tiros.
Vecinos contaron que la víctima fatal había comprado la vivienda en cuyo frente se produjo la mortal balacera pero que todavía no la había habitado y deslizaron que los tiros se debieron a la pelea con otro bando por el control del territorio para la venta de drogas.
El caso quedó a cargo del fiscal, Miguel Moreno, quien ordenó medidas al personal del gabinete criminalístico y de la División Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) para poder esclarecer el hecho.