Empatar con San Lorenzo de visitante no parece tan malo. Pero Newell’s se fue del Nuevo Gasómetro con la sensación de que no supo administrar la ventaja inicial y los nervios del rival y el 1 a 1 puede sonar a poco, aunque también pudo quedarse con nada en un final donde la Lepra se desdibujó y la pasó mal.
El partido le ofreció a Newell’s un inicio ideal. Lo buscó, es cierto, pero el rival también ayudó con su desconcierto. Banega manejó la pelota y el tándem Armando Méndez-Fernando Cardozo amenazó con una tarde de pesadilla para la defensa local.
Necesitó 5 minutos Newell’s para ponerse en ventaja. Banega limpió la pelota a la derecha, Cardozo prolongó el pase para la corrida de Méndez y el uruguayo enganchó y sacó un centro rasante que encontró bien ubicado a Ramírez, quien sólo tuvo que empujar la pelota al gol. Y casi instintivamente los hinchas azulgranas comenzaron a pedir cabezas y el clima tribunero puso a Newell’s con mayor ventaja.
Pero la Lepra no supo capitalizar esa ventaja. Se aproximó mucho al área, pero falló. Hubo una de Banega, bloqueada por Campi con lo justo; otra de Ramírez que tapó Romaña; un cabezazo de Cardozo que se fue cerca; y una más de Colo de cabeza que se fue desviada.
en medio de esas acciones, Armando Méndez se lesionó. Y Newell’s sufrió su salida, ya que dejó de perforar por derecha y se quedó con menos argumentos ofensivos.
El amor propio de San Lorenzo empujó a Newell’s contra Macagno. A puro centro, casi siempre resueltos por los implacables Velázquez y Salcedo.
Los cambios de Méndez no dieron resultado. El cansancio de Banega puso en cancha a un Carabajal que siempre equivocó el camino. Y sacar a Juan Ignacio Méndez y dejar a Julián Fernández dejó a la Lepra sin alguien que bancara un poco con pelota.
Macagno se lució frente a un remate de Leguizamón y pareció que el arco iba a seguir clausurado. Pero insólitamente el local llegó al empate. Otro centro, Velázquez despejó y dio en un compañero, y Blanco, desde el piso y con cuatro jugadores leprosos mirando, empujó la pelota débil hacia el arco, con Macagno sorprendido y sin reacción.
Con el 1 a 1 el partido se volcó anímicamente para el Ciclón. Y casi lo gana con un remate teledirigido de Braida que encontró una atajada fantástica de Macagno. Ya sin Martino ni Méndez y con el pibe Silvetti improvisado de nueve por Ramírez, Newell’s se quedó sin posibilidades de anotar otro gol. Y al final el empate no le cayó tan mal, aunque duela.