Al grito de: “Él no, él nunca”, decenas de miles brasileñas ganaron este sábado las calles de ciudades a lo largo y a lo ancho del país en una manifestación de rechazo al ultraderechista Jair Bolsonaro, líder en los sondeos de las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
“Aquí hay personas blancas, negras, homosexuales, personas que son padres y madres de familia y que son muy diversas. Y ese tipo de candidato, ese tipo de política, no representa esa cultura brasilera que tiene toda esa diversidad”, dijo Beatriz Lorena, una profesora de 33 años, que se unió a la multitudinaria protesta en la plaza Cinelandia, en el centro de Rio de Janeiro, desbordando en las calles adyacentes.
Con música, camisas lilas, pegatinas de #EleNao en el pecho y en algunos casos portando banderas de distintos partidos, la protesta se extendió por decenas de ciudades.
En Sao Paulo, la multitud, formada principalmente de mujeres jóvenes, cubrió la explanada de Largo da Batata.
Cristina, presente en el lugar junto a su marido, explica por qué considera inadmisible el avance de Bolsonaro. “No puede ser presidente de Brasil alguien que defiende la violencia, el racismo o la desvalorización de las mujeres”, afirma esta profesora de 56 años. “Nunca vi un candidato así en unas elecciones, sólo en dictadura”, recuerda.
La ofensiva femenina fue lanzada a inicios de septiembre por el grupo de Facebook “Mujeres unidas contra Bolsonaro”, una convocatoria “contra el avance y el fortalecimiento del machismo, la misoginia, el racismo, la homofobia y otros tipos de prejuicios”.
Bolsonaro tiene un largo historial de declaraciones polémicas. En 2014, le dijo a una diputada de izquierda que “no merecería ser violada” por ser “muy mala, muy fea”. Y recientemente defendió la disparidad salarial entre hombres y mujeres.
También se hizo conocido por la defensa de la dictadura militar de 1964, por haber considerado la tortura como una práctica legítima y por sus posiciones contrarias a los derechos LGTB. Y por varias otras declaraciones controvertidas, las que le valieron cerca de 30 denuncias y tres condenas judiciales.
Que no
Con un 52% del electorado, las mujeres brasileñas pueden definir una elección que se presenta fuertemente polarizada y aún con resultado incierto.
Esa es la esperanza de la estudiante Jessica Zaine, de 20 años, que marchó por Sao Paulo portando un cartel que rezaba: “¿Quién podría imaginar que el derecho a votar de la mujer, conquistado en 1932, fuese a salvar a Brasil en 2018? #Elenao”.
Las autoridades de la mayoría de los estados brasileños no dan estimaciones de participación en manifestaciones.
Convocadas por las redes sociales, hubo marchas en 80 ciudades, desde el estado de Rio Grande do Sul hasta Ceará, pasando por San Pablo, Río de Janeiro y Goiás. También hubo movilizaciones en una decena de países, entre ellos Argentina, Australia, Canadá, España, Francia, Portugal y Estados Unidos.
La consigna #EleNao #EleNunca (Él No, Él Nunca) se hizo rápidamente viral en las redes y en pocas semanas el grupo reunió casi cuatro millones de adhesiones.
“Mujeres de Brasil, mujeres fuera de Brasil, todas las mujeres, es hora de unirse. O nos unimos ahora para pelear o nos vamos a juntar para llorar”, lanzó en un mensaje Ludimilla Teixeira, una de las administradoras del grupo de Facebook. “No podemos permitir que el fascismo avance en Brasil. Esa candidatura es nefasta”, añadió.
Que sí
Otras mujeres, partidarias del candidato, organizaron manifestaciones “pro Bolsonaro” en 14 ciudades.
En la playa de Copacabana, en Rio, un millar de personas respondieron al llamado, muchas luciendo camisetas verdeamarelas con la inscripción “Mi partido es Brasil”.
“Bolsonaro tiene una fuerza muy grande. Esto aquí es sólo la punta del iceberg”, asegura Thayane Montero, una estudiante de ingeniería civil de 26 años, presente en el lugar con su familia.
El militar retirado “terminará con la corrupción, es patriota, está a favor de la familia tradicional”, agrega.
En Sao Paulo, Elizabeth Resende, candidata a legisladora regional del PSL, también lo defiende. “Apoyo a Bolsonaro porque es ficha limpia [sin condenas por corrupción], por eso están intentando destruir su imagen”, sostuvo.
“No acepto un resultado diferente de mi elección”
Jair Bolsonaro abandonó ayer el Hospital Israelita Albert Einstein de Sao Paulo, donde permanecía internado tras ser apuñalado semanas atrás durante un acto de campaña en Juiz de Fora, estado de Minas Gerais, y ya empezó a levantar polémica con nuevas declaraciones: “No acepto un resultado de las elecciones diferente de mi elección”.
Bolsonaro consideró que “el Partido de los Trabajadores sólo gana mediante fraude”, por lo que manifestó que no aceptará una derrota “por lo que se ve en las calles”.
Geraldo Alckmin, ex gobernador de Sao Paulo y candidato de PSDB, de centroderecha, formación en la que también está el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, manifestó su rechazo en Twitter: “Bolsonaro dice que no va a aceptar la derrota. Demuestra otra vez que no está preparado para la democracia”.
El capitán retirado del Ejército tiene 28% de intenciones de voto, seguido por Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores, con 22%, aunque su índice de rechazo, de 46%, puede complicarle la segunda vuelta del 28 de octubre.
“Un candidato que da una declaración como esa está diciendo claramente al país que intentará dar un golpe a nuestra democracia”, advirtió Ciro Gomes (centroizquierda), tercero en las encuestas con el 11%.