Martín Rodríguez Gurruchaga, quien esta noche frente a Rumania ocupará la posición de centro en Los Pumas y además será el encargado de patear los kicks, asume que tras este segundo duelo del grupo B del Mundial será “héroe o villano”, según la suerte que tenga.
“Uno es héroe o villano. Esperamos que el partido no se tenga que definir con una patada. Tengo mucha fe en el equipo y vamos a salir a jugar mucho, no a resolver con una patada. Me tocará a mí patear y seré héroe o villano”, afirmó ayer el jugador del Stade Francais, de 25 años.
Rodríguez Gurruchaga tuvo un día aciago en el debut contra Inglaterra, ya que anotó sólo dos de sus siete tiros a palos, pues el encargado de hacerlo, Felipe Contepomi, tuvo que dejar el partido en el primer tiempo por una lesión en las costillas.
“No he visto las imágenes de mis tiros. Ya pasó, tuve un mal día. La verdad es que el día anterior al partido pateé muy bien. Por ahí los nervios me jugaron en contra, aunque tampoco los penales eran fáciles salvo uno o dos”, afirmó.
“Me olvidé. Tampoco miré el partido. Ya está, ya pasó. Si lo miro, peor porque no puedo hacer nada. Pateo como pateo siempre y listo. No quiero ni volver a hablar del tema”, insistió.
Al rosarino, que saldrá como centro como Rumania después de haber sido fullback contra Inglaterra, no le sirve de consuelo que el inglés Jonny Wilkinson, que tiene el récord de puntos en la historia de los mundiales (257), también estuviera errático.
“Me tocó un día malo, que le puede tocar a cualquiera, pero lamentablemente me tocó a mí. No hubiera deseado nunca que fuera el día ese. Wilkinson también tuvo un mal día, pero ganaron, esa es la diferencia”, añadió.
“Hice el duelo solo. El equipo apoya siempre, siempre es positivo. Pero ya está, ya pasó. Ahora viene Rumania y a olvidarse, aunque uno por dentro tiene ese espina y esa deuda. Uno se hace la cabeza, pero ya está”, señaló.
Contepomi está evolucionando bien de su golpe en las costillas, pero no estará listo para el partido contra Rumania, por lo que le tocará de nuevo a Martín Rodríguez asumir el papel de pateador.
“No nos metemos ninguna presión. Sabemos que hay que ganar si queremos seguir con vida acá. Quedan dos partidos que no nos van a servir para nada si perdemos éste. En nuestra cabeza está ganar”, afirmó.
“Aparentemente no es una cancha fácil, hay mucho viento. Con el viento en contra vamos a tratar de no patear largo e ir a lo seguro. Con el viento a favor se hará juego con las manos”, concluyó el jugador surgido de la cantera de Atlético del Rosario.