El abogado Darío Mazzocchini, actual defensor de los prófugos Cristian y Martín Lanatta, condenados por el triple crimen de General Rodríguez, afirmó hoy que ambos «tienen que entregarse y preservar su vida».
En diálogo con Télam, el letrado consideró que los hermanos y el otro prófugo, Víctor Schillaci, «no tienen logística» para mantenerse en la clandestinidad y «hay mucho folklore» con respecto a eso.
«La tuvieron en su momento, pero ahora no. Tienen que entregarse y preservar sus vidas porque están jugados al límite», sostuvo el abogado, a quien aparentemente los Lanatta intentaron contactar hace algunos días con el fin de que actuara como una suerte de «mediador» con las autoridades.
El defensor expresó sus dudas acerca de cómo fue la fuga y remarcó que «lo que pasó tiene relación con las fallas del actual sistema judicial».
Mazzocchini explicó a Télam que los Lanatta lo contrataron luego de la condena a prisión perpetua que en 2012 les impuso el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes y mantuvo con ellos una reunión en el penal de General Alvear, de donde se escaparon el domingo.
Recordó que en la misma cárcel se reunió con un preso llamado Juan Carlos Guevara, quien en el juicio oral había declarado contra Cristian Lanatta al señalar que éste le había confesado su autoría en el triple crimen de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35).
Según Mazzocchini, Guevara le dijo que había mentido ante el fiscal de Mercedes Juan Bidone y durante el juicio oral porque había sido víctima de un «apriete» que consistió en estar privado de la libertad durante 12 horas y sufrir continuas presiones.
Por eso, en 2014 Guevara presentó una denuncia contra Bidone y otras personas ante el fiscal 1 de Quilmes, Ariel Rivas, para aceptar que había declarado falsamente y aportar otras pruebas, pero según el abogado, ésta fue archivada el 17 de julio de ese año.
«Ahí es cuando ellos perdieron la confianza en el sistema judicial y por eso se pudo haber producido la fuga», consideró el defensor, que también aseguró que tras la denuncia Guevara fue trasladado al penal de Olmos para separarlo de sus clientes.
El abogado también solicitó una revisión del fallo a perpetua ante la sala III del Tribunal de Casación Penal y ante la Suprema Corte de Justicia, pero los pedidos fueron denegados.
