Diego Lagomarsino, quien trabajaba con el fiscal Alberto Nisman y fue quien le prestó el arma, aseguró que el difunto fiscal recibió un aviso de quien hasta su desplazo era el hombre fuerte de la Secretaría de Inteligencia «Jaime» Stiuso, en el que «le dijo que se cuidara».
Según publicó el diario Página/12, Lagomarsino le acercó a ese matutino a través de una jueza una carta en la que cuenta su versión del caso. Y contó que «el día anterior lo había llamado Stiuso» y le advirtió «que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas».
«No soy un agente de Inteligencia, no tengo nada que ver ni jamás conocí a Jaime Stiuso», escribió el técnico informático que trabajaba junto a Nisman. Reveló, además, la conversación que tuvo con el fiscal cuando éste le pidió que le prestara el arma que estaba junto a su cuerpo. «Me dijo que era por seguridad. Que el día anterior lo había llamado Stiuso y le dijo que se cuidara de la custodia y que, además, tuviera precaución con la seguridad de sus hijas».
Lagomarsino llegó a la torre Le Parc de Puerto Madero, lugar al que iba habitualmente; la guardia consultó al fiscal, éste lo hizo pasar y no hubo revisación de ningún tipo. Hoy en día, recapitulando lo sucedido, asegura que siente culpa porque en ese momento no se le ocurrió pensar que no debió prestarle una pistola a alguien en esa situación de presión.
Página/12 recuerda que «el exdirector de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia, despedido en diciembre pasado cuando la Presidenta decidió cambiar la cúpula del organismo, mantuvo en los últimos años una estrecha relación con el fiscal Nisman, que el juez Rodolfo Canicoba Corral definió la semana pasada como de subordinación del funcionario judicial al de los servicios de inteligencia».
Lagomarsino se dedicaba a copiar y desbloquear archivos y que realizaba backups de archivos que le pedía Nisman. Por ese trabajo en la Unidad Especial AMIA cobraba $ 40 mil. Sería la última persona que lo vio con vida y quien además le prestó -algo de lo que expresó estar arrepentido- la pistola Bersa calibre 22.
El periodista Raúl Kollmann habló con la jueza que le acercó la carta de Lagomarsino. «Diego cuenta que Nisman lo llamó por teléfono y, como declaró ante la fiscal, le pidió prestada el arma. Le dijo en esa conversación que Stiuso lo había llamado el viernes y le había dicho que debía tener cuidado. Que desconfiara de su custodia y que les pusiera seguridad a sus hijas. Eso es lo que le contó Nisman a Diego para justificar que le pedía el arma. Hoy en día, Diego llora todo el día. Está destruido y se siente culpable», explicó la magistrada.
«Básicamente porque no pensó en ese momento. Se pregunta cómo no se dio cuenta de que Nisman debía tener facilidad para conseguir un arma y no evaluó por qué se la pedía a él. También piensa ahora que era raro que le pidiera algo por seguridad cuando tenía semejante custodia. Pero, claro, Stiuso supuestamente le había recomendado que desconfiara de los custodios. Aun así, se pasa el día llorando. Hoy en día, cree que Nisman tenía tomada la decisión (de suicidarse) el sábado a la noche cuando Diego le llevó la pistola», agregó.
Y luego siguió: «Diego contó que no fue muy largo. Como era habitual, lo hizo entrar por la puerta de servicio. Nisman estaba solo en el departamento y lo invitó a tomar un café. Le llamó la atención que se lo tuvo que preparar él mismo. Estuvieron sentados en la mesa y Diego dice que lo vio tranquilo. Al ratito se fue, pero esta vez por la puerta principal, algo que no era usual. También recuerda que la despedida fue sin darse la mano porque justo se abrió el ascensor, donde había unas mujeres, y no le dio tiempo».
Consultada sobre si Lagomarsino tenía temor por el caso, la jueza respondió: «Diría, más que todo, angustia. Se pasa el día llorando. Cuando se enteró a la mañana temprano del lunes, pidió consejo a otro juez, porque no me encontró a mí. Ese juez le aconsejó presentarse de inmediato. Fue solo a declarar el lunes a las 9 de la mañana. Estaban la fiscal Fein y el juez Manuel de Campos. Diego lloró durante toda la declaración».
Además, dijo que no sabe «en detalle» cuál era la relación entre Lagomarsino y Nisman. «Diego siempre dijo que tenía una relación de confianza, pero que siempre el fiscal le hacía sentir que él era el jefe. Quizás dé una pauta que, en los últimos meses, Nisman contó que había dejado terapia y que había optado por respaldarse en El Arte de Vivir (nombre del grupo de autoconocimiento, yoga y meditación fundado por el gurú Sri Sri Ravi Shankar, nacido en India)».
También contó que un encuentro anterior entre ambos se produjo un día antes de que Nisman presentara la denuncia contra el Gobierno. «Ese día le llamó la atención una frase de Nisman: ‘Yo esto lo tengo que hacer, no tengo alternativa'», reveló.