El presidente de Estados Unidos Donald Trump afirmó este miércoles, tras el ataque iraní a dos bases iraquíes donde había tropas estadounidenses, que Teherán “nunca tendrá permitido tener armas nucleares” y pidió al Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia, que rompan con el acuerdo nuclear de 2015 con Irán para renegociar un nuevo pacto.
Además, Trump anunció que aplicarán nuevas sanciones económicas contra Teherán. “Habrá otras sanciones económicas a Irán, que permanecerán en su lugar hasta que mejore su comportamiento”, señaló.
En un discurso en la Casa Blanca, Trump aseguró que “Irán parece estar retirándose” y aseguró que “ningún estadounidense resultó herido en el ataque del martes con misiles balísticos de Irán contra dos bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses”.
Trump señaló que el comandante más poderoso de Irán, Qasem Soleimani, quien fue asesinado el viernes pasado en Bagdad y a quien el jefe de la Casa Blanca se refirió como “la mayor maldición” y que “debió ser eliminado hace mucho tiempo antes”.
“Soleimani fue responsable de algunas de las peores atrocidades cometidas nunca antes: creó agrupaciones terroristas como Hezbollah, ideó sangrientas guerras civiles en toda la región, desmembró a sus víctimas, dirigió ataques en Irak, mató a un americano y organizó el ataque a nuestra embajada en Bagdad”, enumeró el jefe de la Casa Blanca, al tiempo que aseguró que con su asesinato “se evitó la muerte de miles de vidas americanas”.
Por otra parte, responsabilizó del enorme poderío iraní en materia de uranio a su antecesor Barack Obama, quien en 2015 firmó el pacto nuclear con Irán, en el que, según el actual mandatario, Estados Unidos le otorgó miles de millones de dólares a la república islámica que esta utilizó para invertir en armas masivas y convertirse una amenaza.
“En lugar de dar las gracias, Irán condenó a muerte a Estados Unidos, usando el dinero del pacto nuclear”, remarcó Trump.
Más adelante en su discurso, Trump responsabilizó también a Irán de generar los conflictos en Siria, Líbano, Afganistán e Irak, y agregó que el “régimen mató a más de 300 iraníes en las últimas protestas contra su gobierno de diciembre”.
“El mundo civilizado le dejó un mensaje claro: su campaña de orden de terror no será permitido”, manifestó el mandatario.
El presidente estadounidense recordó que su país “está preparado para abrazar la paz”, pero también remarcó que EE.UU. está “más fuerte que nunca”, tanto desde el punto de vista militar como el económico. Y remarcó: “Estados Unidos ya no necesita el gas de Medio Oriente, somos independientes”.
Para ilustrar el poderío armamentístico estadounidense, Trump recordó que el octubre del año pasado mataron “al líder de Isis Abu Bakr al-Baghdadi, el responsable de la muerte de miles de cristianos y musulmanes”.
«Solo fue una bofetada»
El líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolah Seyed Ali Jamenei, enfatizó este miércoles que el ataque a bases de Estados Unidos en Irak solo fue una bofetada y no la venganza. “La venganza es otra cuestión. Anoche (por este martes) recibieron una bofetada (…) los actos militares de este tipo no son suficientes. Resulta imprescindible poner fin a la presencia corrupta de Estados Unidos en esta región.
Ellos provocaron la guerra, la sedición, la ruina y la destrucción de las infraestructuras”, dijo el ayatolah Jamenei. El líder religioso describió al teniente general Soleimani como un comandante “valiente y prudente” tanto en el campo militar como en el político.
Suben el petróleo y el oro
La ofensiva iraní a dos bases militares estadounidenses en Irak tiene ya respuesta en lo económico. Los precios del petróleo y del oro se dispararon en los mercados internacionales. El precio del barril de crudo subió un 3,5%, hasta los 69 dólares, mientras que el del oro se revalorizó un 2,2%, llegando a superar los 1.600 dólares por onza, la cotización más alta en casi en 7 años. Desde el inicio de 2020, el oro subió un 5%. Tanto el metal precioso como el petróleo son lo que se conoce en el mundo financiero como valores “adversos al riesgo” es decir, activos más seguros para inversores, aunque menos rentables. Algo así como valores refugio en épocas de incertidumbre.