La población china, la mayor del mundo, aumentará en 45 millones de personas, el total de habitantes de España, de aquí a cinco años, según las proyecciones oficiales anunciadas ayer. Para 2020, se espera que China cuente con “unos 1.420 millones de habitantes”, estima el 13º plan quinquenal presentado ayer en la apertura de la Asamblea Nacional Popular (el Parlamento chino), que adoptará el abandono de la política del hijo único en beneficio de una nueva política de dos hijos por pareja.
Los 45 millones de “nuevos chinos” representan una aceleración demográfica importante en comparación con el período anterior, en el que la población aumentó en 33 millones de personas.
En 2011, el plan quinquenal elaborado en base a la política del hijo único fijaba el objetivo de contener el crecimiento demográfico “por debajo de 1.390 millones de habitantes” de ahí a 2015.
El objetivo se alcanzó, ya que China contaba oficialmente a fines de 2015 con 1.370 millones de habitantes.
La política del hijo único ha contribuido a la prosperidad económica, pero al mismo tiempo ha provocado una caída de la mano de obra.
Ahora, pese a la autorización de tener un segundo hijo, muchas parejas se muestran reticentes, alegando que eso les supondría demasiados gastos, en lo que representa un nuevo desafío para las autoridades.
El Parlamento chino debe aprobar formalmente el abandono de la política del hijo único, anunciado en octubre pasado, adoptando un texto que promete aplicar “enteramente la política que autoriza a cada pareja a tener dos hijos”.
Una situación “compleja”
En la presentación del presupuesto para este año, se indicó que la situación económica es compleja. Se estimó que los ingresos aumentarán sólo un 2,2 por ciento y la recaudación se ralentizará más rápido que el crecimiento.
La rebaja de impuestos, las medidas para alentar el crecimiento económico y las reformas estructurales están frenando la recaudación. Es por ello que hay que controlar más el gasto y optimizarlo, se dijo.
Con todo, el gasto en ciencia y tecnología crecerá un 9,1 por ciento, la partida de Defensa aumentará un 7,6. No obstante, se trata del menor aumento en ambas áreas en seis años.
Para atraer al sector privado a las inversiones, se “flexibilizarán considerablemente” las limitaciones para entrar en mercados como la electricidad, las telecomunicaciones, el petróleo, el gas y el suministro de ciudades, anunció el primer ministro, Li Keqiang.
Las empresas privadas, aseguró, disfrutarán del mismo trato que las empresas estatales.
El primer ministro aseguró que se seguirán liberalizando las tasas de interés y que el cambio de la divisa china se orientará más hacia el mercado en el futuro, “para presevar en general un nivel equilibrado y adecuado”. En el sector financiero, se ampliarán los controles para fortalecer la lucha contra el fraude o las actividades delictivas en el mercado de acciones, “para que no surjan crisis financieras regionales o sistémicas”.
El primer ministro aseguró que a partir del 1º de mayo se iniciará un proyecto piloto para introducir el IVA en el sector de la construcción, el inmobiliario, el financiero y de servicios.
Prevén que la economía tendrá un piso de crecimiento del 6,5%
A pesar de la débil coyuntura, China se fijó como meta crecer “al menos un 6,5 por ciento” los próximos cinco años, según el jefe de gobierno Li Keqiang, quien ayer presentó el nuevo plan quinquenal ante la sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo.
Keqiang arrancó la cita rebajando el pronóstico de crecimiento de este año, que será de entre un 6,5 y 7 por ciento lo que marcaría el crecimiento más bajo de la economía china desde los años 90, mientras que la inflación, agregó, rondará el 3 por ciento.
En su discurso ante los casi 3.000 delegados del Gran Salón del Pueblo, el jefe de gobierno instó a reforzar los esfuerzos para reestructurar la industria, acabar con la sobreproducción y fomentar el empleo de tecnologías modernas.