El retiro de gran parte de los efectivos de Gendarmería y Prefectura que llegaron a la ciudad en abril del año pasado terminará de concretarse en las próximas horas. Desde el 23 de diciembre se han ido unos 900 y se estima que antes que de que culmine la semana próxima partirán otros 500. Así, quedarán en Rosario unos 600 agentes federales. Desde el gobierno provincial señalan que ya han comenzado a suplir ese vacío con recientes incorporaciones de uniformados provinciales y destacan que en marzo ya tendrán reemplazo casi la totalidad de los 1.400 agentes nacionales que se irán.
Desde las horas previas a la llegada de Navidad comenzaron a verse en la zona sur de la ciudad camiones del Ministerio de Seguridad de la Nación utilizados para el traslado de gendarmes y prefectos que están dejando Rosario por estas horas.
El grueso de los efectivos que se encontraban (entre otros lugares) en el Batallón 121 está siendo destinado a la base naval de Morón, en provincia de Buenos Aires, mientras que el resto se repliega a sus destinos de origen.
Gustavo Zignago, coordinador en el Nodo Rosario del Ministerio de Seguridad santafesino, confirmó que desde el 23 de diciembre ya se han ido unos 900 agentes federales y que antes de que culmine la semana próxima partirán otros 500. Así, quedarán en Rosario unos 600 gendarmes y prefectos.
Esa dotación es el doble de lo que había antes de abril del año pasado, cuando unos dos mil efectivos nacionales desembarcaron con el fin de “pacificar” y bajar los índices de violencia urbana en los barrios más conflictivos de la ciudad, que se dispararon desde 2012.
En las últimas horas, el secretario de Seguridad provincial, Gerardo Chaumont, sostuvo en declaraciones radiales que la partida estaba acordada y que se desarrolla sin grandes conflictos con el gobierno central. “Las fuerzas federales no estaban acá para quedarse eternamente. Vinieron para cumplir una misión determinada y llega un momento en el que se retiran”, sostuvo.
En tanto, Zignano prometió que el gobierno provincial terminará de reemplazar (tarea que ya se inició el año pasado, según dijo) a casi la totalidad de esos agentes en marzo. “Estuvimos durante todos estos meses reorganizando las tareas, las funciones y poniendo gente en la calle, todo de forma y en los tiempos previstos”, señaló.
Tras eso, recordó que en septiembre pasado salieron a patrullar por primera vez cuadrículas de la Policía de Acción Táctica con 350 efectivos en barrio La Cerámica, Villa Moreno, La Bombacha (noroeste de Fisherton), el cuadrante al sur de Eva Perón y Wilde, barrio Azcuénaga, bulevar Oroño y la avenida Pellegrini.
A ellos se les sumaron 500 agentes la semana pasada. De ese total, unos 350 también pertenecen a Acción Táctica. Estos son parte de una camada de 880 egresados del primer año del Isep, quienes están habilitados para comenzar a trabajar a partir de la sanción de la ley de Emergencia en Seguridad que rige en toda Santa Fe.
Con todo, está previsto además que se incorporen en marzo unos 500 uniformados de la (también nueva) Policía Comunitaria. Desde abril de 2014 ya recorren barrio Las Flores Este, 17 de Agosto y La Granada unos 40 efectivos de esa fuerza. La idea es comenzar a poner en foco ahora a los sectores de Ludueña y Tablada.
“Con todo esto en dos meses ya vamos a tener en funciones a casi la misma cantidad de los agentes federales que se van. Además, hay que sumar los patrullajes intensivos con 120 coches que estamos realizando desde hace un mes y medio”, cerró Zignago.
Berni habló del retiro
Quién también hizo declaraciones en las últimas horas en torno a la partida de las fuerzas federales fue el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni. El funcionario dijo que eso era parte del acuerdo al que habían arribado en su momento con el gobernador Antonio Bonfatti, una vez que la provincia de Santa Fe tuviera lista la incorporación de nuevos policías.
“Cumplimos con la palabra de mantener dos mil hombres durante más de ocho meses” resaltó el secretario de Seguridad, quien enseguida agregó: «Llegamos a Santa Fe para hacer algunas operaciones vinculadas con la lucha contra el narcotráfico, y en ese momento el gobernador de Santa Fe nos pidió que nos quedáramos porque tenían problemas con la Policía local. Nos quedamos y le ayudamos. Así, llegó ahora el momento que los destacamentos móviles que estaban cumpliendo servicios en Rosario vuelvan a sus lugares de origen».
En tanto, Berni evitó hacer una evaluación en torno a si se habían notado cambios en este tiempo en la Policía local.
«Será la sociedad de Rosario quien determinará cómo evalúa el comportamiento de los policías. Nosotros desde el gobierno nacional nos comprometimos con el gobernador Bonfatti a ayudarlo y lo hemos hecho», insistió.
Consultado sobre cómo debería seguir en Rosario la lucha contra el narcotráfico, fue muy duro.
«Rosario padece un grave problema de delincuencia organizada que nada tiene que ver con el narcotráfico y con la violencia y serán las autoridades provinciales las que tengan las respuestas efectivas a ese flagelo».
