La confederación de productores rurales Coninagro fijó posición en la crisis respecto de los temidos condicionamientos del Fondo Monetario Internacional para otorgar el salvataje financiero que en estos momentos el gobierno nacional negocia en Estados Unidos. Notoriamente, la entidad asume en el texto un discurso alejado de la ortodoxia económica oficial, que las organizaciones patronales del agro acompañaron desde el inicio de la etapa Cambiemos. “Esperamos que los créditos que se tomen con el FMI sean para defender el crecimiento de la economía, y no impliquen mayores ajustes”, reza el mensaje con la firma del presidente de la entidad agropecuaria, el mendocino Carlos Iannizzotto.
El comunicado de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada, fundada en 1956, repasa palabras del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en la conferencia de prensa posterior al aviso del presidente Mauricio Macri: “El financiamiento que vendrá del organismo multilateral será para defender el crédito destinado a las Pymes y las familias, para el crecimiento”, reproduce los dichos funcionario para agregar: “Desde Coninagro esperamos que así sea, y no que venga unido a mayores ajustes en obra pública o en encarecimiento del crédito”.
Iannizzotto, abogado y mediador familiar con dos fincas, directivo de Fecovita y gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), reclamó además que se mantenga el programa de obras de infraestructura “necesario para dotar de mayor competitividad, en especial a las economías regionales, que están alejadas de los grandes centros de consumo y distribución».
El dirigente reflexionó sobre la grave coyuntura de endeudamiento permanente y caída económica de la Argentina: “Tomar crédito no es bueno ni malo, sino que tenemos que ver para qué lo utilizamos. Esperemos que sea para desarrollarnos y que llegue a los pequeños y medianos productores y las familias más necesitadas”.
Coninagro es una organización de tercer grado que reúne a diez federaciones que, a su vez abarcan a 120.000 empresas cooperativas agrarias. Su trayectoria está marcada por la adhesión a políticas económicas conservadoras, por lo que sobresale su último comunicado respecto de la salida «de última instancia» del gobierno ante el desmadre cambiario.