El médico forense Osvaldo Raffo fue hallado este lunes muerto de un balazo en la bañera de su casa, en el partido bonaerense de San Martín, donde los investigadores encontraron una nota firmada y dirigida al juez en la que decía que no aguantaba más los dolores que lo aquejaban por una enfermedad que atravesaba, informaron fuentes policiales.
Raffo intervino en los expedientes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, avalando la hipótesis del homicidio, y examinó más de 20 veces a Carlos Robledo Puch, entre otros casos resonantes. La investigación de su muerte, caratulada como suicidio, está a cargo de la UFI Nº2 de San Martín.