Un hombre de 65 años fue encontrado muerto ayer por la mañana en su casa de zona sur, con el cuerpo parcialmente quemado. Si bien el informe forense preliminar determinó “muerte dudosa”, vecinos dejaron entrever que el móvil del crimen fue que los atacantes querían usurpar la vivienda de la víctima, como lo habían hecho en otra oportunidad y como volvieron a hacer ayer por la tarde, tras el retiro del cadáver, en pasaje Medici al 4700.
El fallecido, identificado como Miguel Silva, fue encontrado sin vida alrededor de las 7 de mañana de ayer, cuando el personal del Cuerpo de Bomberos Zapadores y los uniformados ingresaron a su casa de pasaje Medici al 4700 –a la altura de Ayacucho al 4700-, luego de recibir llamados de los vecinos, quienes sintieron olor a quemado y vieron humo que salía de la casa, según indicaron fuentes policiales.
El hombre fue encontrado boca arriba, tapado con una frazada, y presentaba quemaduras en las extremidades. Además, fuentes de la investigación indicaron que el fallecido tenía un pequeño tajo en la parte izquierda del torso. Si bien la Policía secuestró una cuchilla en la mesa de la vivienda, por las características que presentaba el corte, los pesquisas indicaron que el arma no sería el elemento con que fue atacada la víctima.
Silva vivía solo, pero hacía varios días que lo acompañaba un hombre de unos 40 años, petiso y canoso, el cual aparentemente sería un pariente que no residía en Rosario.
Alrededor de las 3 de ayer, unos muchachos pasaron por la puerta de la vivienda y notaron que salía humo. Preguntaron qué sucedía a las personas que estaban adentro y les dijeron que “quemaban trapos viejos”, describieron investigadores del caso.
Los vecinos describieron a Silva como “un hombre bueno”, que si bien había sido punguista (en referencia a la persona que aprovecha un descuido para sustraer objetos y billeteras), ya no se dedicaba a eso porque estaba enfermo, pero que jamás se había metido con la gente del barrio. Por tal razón, descartaron la hipótesis de que Silva lo hubiesen asesinado por una venganza. Por el contrario, vecinos aseguran que a Silva “lo mataron por la casa”.
Hace varios meses el hombre había estado internado y cuando le dieron el alta y regresó a su casa unos usurpadores se habían metido. “Tuvo que hacer de todo para echarlos”, comentaron los habitantes de la cuadra, y aseveraron que son las mismas personas que volvieron a ocupar la casa en la tarde de ayer, a pocas horas de que el cadáver de Silva fuera retirado de la vivienda. El hombre vivía con un perro el que también habría sido quemado, agregaron los vecinos.
Tras el informe preliminar del médico forense, la causa fue caratulada como muerte dudosa hasta que se conozcan los resultados de la autopsia. En tanto, al cierre de esta edición, se desconocía el paradero del hombre que se encontraba junto a la víctima horas antes de su muerte, revelaron fuentes policiales.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción 3ª, a cargo del magistrado Luis María Caterina, con la colaboración de personal de la Brigada de Homicidios y de la comisaría 11ª.
