El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó los restos del militante formoseño Julio Andrés “Bocha” Pereyra, asesinado en la masacre de Margarita Belén el 13 de diciembre de 1976, según indicó la Comisión Provincial por la Memoria del Chaco.
“Sus restos fueron hallados en el cementerio de Empedrado, Corrientes, donde el Bocha Pereyra fue enterrado luego de que lugareños encontraran su cuerpo en la orilla del río”, indicó ese organismo sobre este caso en el que casi 38 años después de su asesinato el cuerpo del militante político fue identificado.
Pereyra fue detenido el 2 de septiembre de 1976 en su casa de Formosa por miembros de Coordinación Federal con el objeto de “hacerle algunas preguntas”. Tres días después fue detenido su tío Ramón Luciano Díaz, peronista y director de Administración de la Policía de Formosa, quien continúa desaparecido.
Con el tiempo y por los Juicios por la Verdad, primero, y el juicio por la masacre de Margarita Belén –después– se supo que “tras su secuestro, el Bocha permaneció detenido en el Regimiento de Infantería de Monte 29, de Formosa. Posteriormente fue trasladado a la Brigada de Investigaciones de Resistencia. Allí lo tenían atado de pies y manos. Luego fue alojado en la Alcaidía”, señalaron desde la Comisión Provincial por la Memoria Chaco.
“La información de la muerte de Julio Andrés Pereyra en la Masacre de Margarita Belén proviene de otros compañeros detenidos en la Alcaidía que lo reconocieron. El 1 de enero de 1977 su familia recibió una comunicación oficial firmada por el jefe del Grupo de Artillería Nº 7 de Resistencia, en la que se informaba que Julio se había fugado durante los sucesos de Margarita Belén”, agregaron.
Según los archivos del Registro Único por la Verdad (RUV) de la Comisión Provincial por la Memoria Chaco, Julio Andrés Pereyra nació en Formosa el 20 de mayo de 1950, en el seno de una familia peronista y cuando fue asesinado tenía 26 años de edad.
En 1968, Pereyra vino a Resistencia a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Nacional del Nordeste, donde comenzó su actividad política primero con el espacio del Integralismo y luego con la Juventud Universitaria Peronista, organización de la fue uno de sus dirigentes más reconocidos.
Como otros jóvenes, su tiempo era compartido entre la carrera universitaria, enseñar en una escuela pública, alfabetizar chicos y adultos en los barrios de Resistencia y en áreas rurales de la provincia y la militancia en la universidad con la JUP.
Los compañeros recuerdan que aún con esta cantidad de actividades se hacía tiempo y “permanentemente volvía a Formosa para ver a la familia, a los amigos, y para la campaña electoral, respondiendo a la Juventud Peronista”.
De igual modo evocan una intervención memorable durante la campaña de 1973 cuando pronunció un discurso en el que afirmó: “a los compañeros candidatos le hacemos una advertencia: acá está la plataforma, acá está el plan de gobierno. Sepan que FAR, FAP y Montoneros van a pedir cuentas de que este programa se cumpla”.